Te decimos cómo funciona un glucómetro, un aparato indispensable para las personas diabéticas.
Recibir el diagnóstico de diabetes es algo complicado, pero los pacientes deben saber que pueden llevar una buena calidad de vida si están dispuestos a adoptar nuevos hábitos. Entre ellos, se encuentra el cambio de la alimentación, la práctica del ejercicio, cumplir al pie de la letra con la medicación y, especialmente, el monitoreo constante de los niveles de azúcar en la sangre a través de un glucómetro; en esta guía encontrarás varias alternativas que se adaptarán a tus necesidades y presupuesto.
Una revisión frecuente es fundamental, por lo que contar con un glucómetro en el hogar es clave. Su función principal es medir la concentración de azúcar en el torrente sanguíneo, a fin de asegurarse de que se ubica en el rango normal y adecuado.
¿Cómo funciona un glucómetro?
Para entender el funcionamiento de un glucómetro, primero vamos a identificar los 3 elementos básicos: la tira, la aguja y el aparato. El dispositivo será capaz de registrar e interpretar la descarga eléctrica detectada en la tira, sobre la cual se coloca una gota de sangre que obtendremos a través de la aguja.
A fin de usarlo de manera efectiva, la persona debe limpiar sus dedos para eliminar cualquier suciedad que pueda contaminar la prueba y alterar el resultado. Aunque algunos dirán que no es necesario, es recomendable lavarse las manos con agua y jabón previo al pinchazo. Cabe mencionar que lo normal es obtener la sangre del dedo, pero otros modelos también permiten usar otras zonas del brazo.
El pinchazo es la parte más incómoda, pero lo cierto es que se trata de un dolor tolerable y tan rápido que resulta imperceptible después de algunos segundos. En el mercado existen alternativas que traen aguja o lanceta independiente, aunque ahora son más comunes los que la incorporan en el aparato.
Antes de dar el pinchazo, asegúrate de que la tira está colocada del lado correcto. También hay glucómetros donde primero se coloca la sangre en la tira y, posteriormente, se introduce en el dispositivo. Con el objetivo de que la sangre salga fácilmente de tu dedo, puede ser necesario que aprietes los extremos. En cuanto tengas la pequeña gotita, ponla sobre el lado correcto de la tira.
¡Listo! Eso será todo. El aparato arrojará los resultados en pocos segundos. Entre más moderno sea el glucómetro, menor será el tiempo que tengas que esperar. Actualmente, suelen mostrar la información entre 5 y 10 segundos después de la reacción. De esta manera, sabrás si estás dentro del rango de glucosa fijado previamente por tu doctor.
Ventajas de tener un glucómetro
El principal beneficio de un glucómetro es que tendremos siempre a nuestro alcance un aparato confiable para monitorear el nivel de azúcar en la sangre con la frecuencia indicada por un especialista. En el caso de las personas con diabetes tipo I, es algo fundamental para saber la dosis de insulina que se debe suministrar.
Numerosos estudios han confirmado que los glucómetros ayudan a que las personas diabéticas lleven una vida más independiente. Contribuyen de manera notable a que la gente no vea alterado su nivel y ritmo de vida.
Otra de las ventajas es que tienen un diseño compacto que facilita su traslado a cualquier lugar. Existen modelos que garantizan un alto grado de precisión, sumado a que la diversidad de estos aparatos en el mercado permite encontrar precios muy competitivos.
Gracias a esta variedad, se pueden hallar opciones como el Glucomen Areo 2k a un precio accesible y características que facilitan su uso frecuente. A la par, hay otras alternativas como el Freestyle Optium Neo, el cual es muy popular debido a la facilidad de uso y la integración de características avanzadas.