La imagen de Culiacán, Sinaloa, quedó por los suelos tras la balacera que se desató el pasado 17 de octubre.
La balacera del pasado 17 de octubre le pasó factura a Culiacán, Sinaloa, un municipio que vio afectadas sus cifras en turismo. El episodio de violencia por la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán les pegó a las visitas de turistas nacionales e internacionales. Una consecuencia lógica para una región que continúa siendo relacionada con una fuerte presencia de organizaciones criminales.
El gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, y la iniciativa privada llegaron al acuerdo de solicitar el apoyo de la Federación. La administración estatal gestionará recursos para fortalecer la estrategia turística, a fin de atraer visitantes a la capital durante esta época del año. Parece demasiado pronto como para que la gente se olvide de la tragedia que ocurrió en las calles de la ciudad.
El mandatario estatal enfatizó en que la balacera en Culiacán fue un duro golpe al sector, por lo que es urgente responder con acciones eficaces y concretas. El objetivo es restaurar la reputación del municipio con eventos de talla mundial.
“El reposicionamiento del que hablo es ese, es traer eventos de talla internacional a Culiacán, que vengan grandes espectáculos a Culiacán, y es parte de lo que queríamos plantear al Gobierno Federal. Que nos ayude, precisamente, con recursos y apoyo para traer esos grandes eventos mundiales”, declaró.
Quirino Ordaz dijo que es necesario dejar atrás el triste episodio de la balacera, ya que Culiacán necesita de una visión de futuro y progreso.
“Nosotros estamos viendo el tema de lo que sigue, cómo poder encauzar muy bien la necesidad que tenemos de fortalecer mucho más la promoción turística, la promoción económica y cultural para que siga viniendo más gente y más eventos”, añadió.
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La balacera en Culiacán del 17 de octubre
El tiroteo en Culiacán de la tarde del 17 de octubre de 2019 hace referencia a los enfrentamientos y bloqueos que se realizaron en la capital sinaloense por la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo. Pese a que los militares mantuvieron detenido al joven, tuvieron que liberarlo ante la presión de las organizaciones criminales.
Este episodio supuso una tremenda derrota para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, bajo el entendido de que las Fuerzas Armadas fueron incapaces de hacer frente al verdadero poder de fuego de las organizaciones delincuenciales.
Fuente: debate.com.mx
