Los votantes se volcaron en las elecciones de Hong Kong para manifestar su rechazo al oficialismo.
Los partidos prodemocracia de Hong Kong se presentan como los grandes ganadores de las elecciones. Todavía sin cifras definitivas, las fracciones políticas que van en contra de Pekín se posicionaron como las triunfadoras de forma aplastante.
De acuerdo con los reportes, obtuvieron una mayoría considerable para los puestos a concejal de distrito. Si bien el resultado es significativo, lo que sorprendió fue la gran afluencia de gente que se dio cita en las urnas. Quedó claro el gran respaldo político de aquellos partidos que simpatizan con los movimientos prodemocracia y que se contraponen a China.
Una de las grandes sorpresas es que las elecciones en Hong Kong se celebraron sin ninguna clase de incidente. No hubo enfrentamientos, ni protestas violentas que ensuciaran la jornada democrática. Todos los ciudadanos de la antigua colonia británica decidieron postergar los reclamos furibundos para depositar su papeleta en las urnas.
Si tomamos en cuenta que votaron casi 3 de 4.1 millones de habitantes, lo que supone un millón más de los que participaron en la contienda de 2015. Este notable incremento es consecuencia del ingreso de una nueva generación de jóvenes entre 18 y 20 años, la cual está involucrada de forma profunda en las manifestaciones de los últimos meses.
¿Problemas para Pekín?
Las elecciones en Hong Kong ponen sobre la mesa un nuevo escenario político y social. El movimiento prodemocrático gana legitimidad, así como las protestas que rechazan la constante injerencia de China en los asuntos locales.
La jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, se siente incómoda por los resultados, ya que es sabida su cercanía a Pekín. Ahora más que nunca cobran peso las voces que exigen sufragio universal, el voto directo del jefe del Gobierno y mayor autonomía en las decisiones del distrito.
