Las películas distópicas han estado presentes en la industria cinematográfica desde hace mucho tiempo. Sin embargo, es imposible negar que el género atraviesa por uno de sus mejores momentos. Quizá resulte complicado apreciarlo con claridad debido a que no suelen registrar en la taquilla números salvajes como las últimas películas de superhéroes. Pese a esto, no podemos ignorar que hay un exceso de producciones distópicas en el mercado actual.
La fascinación del público por esta clase de filmes se puede analizar desde diferentes ángulos. Claramente, existe algo detrás del deseo de la gente por ver escenarios futuristas oscuros y desesperanzadores, historias donde la humanidad combate contra máquinas inteligentes, pandemias que han diezmado a la población o sociedades adelantadas que parecen normalizar el esclavismo.
Por otro lado, una de las razones del éxito de las películas distópicas es que logran atrapar la atención de gran parte del público. El ejemplo más evidente son las que están orientadas a adolescentes, las cuales se han convertido en auténticos fenómenos. Franquicias como Divergente y Los juegos del hambre desataron toda una fiebre entre los jóvenes, además de conducir a sus protagonistas a la fama internacional.
La distopía brinda la suficiente libertad para entremezclar géneros. Así es como encontramos elementos que también están presentes en grandes filmes de ciencia ficción, terror, acción o comedia. El elemento común en dichas películas es que presentan una sociedad ficticia indeseable en sí misma, una realidad futurista donde los ideales de la humanidad parecen olvidados.
¿Por qué despiertan tanto interés las películas distópicas?
De acuerdo con los especialistas en cine, las películas distópicas forman parte de uno de los géneros más críticos sobre los problemas sociales. A diferencia de una simple cinta de acción o terror, el punto de partida suele ser un mundo agobiado y una sociedad herida. En varios casos, esa realidad se derivó de la propia acción humana, algo que da margen suficiente para abordar problemáticas como la explotación ambiental, la guerra, la desigualdad social y, en general, la crisis de valores colectivos.
De igual manera, el encanto de estos filmes reside en que se extrapola la idea de que el hombre actúa con base en las circunstancias que le rodean. Cuando los guionistas llevan esta premisa al límite surgen historias fascinantes y oscuras. Las condiciones extremas de esa nueva realidad desvirtúan el comportamiento del hombre a un grado extremo, al mismo tiempo que surgen sociedades que normalizan crímenes y que cuestionan el propio concepto de humanidad.
Frecuentemente, la dinámica de las películas distópicas consiste en trasladar al espectador a esa realidad fatalista. Se fomenta un ejercicio de imaginación que quizá no habría ocurrido por iniciativa propia. Así es como surgen varias preguntas entre el público. Realmente, ¿la humanidad camina hacia esa dirección? ¿Cómo actuaría yo en un mundo tan oscuro, cruel y violento? Pura reflexión.
Distopia vs realidad
Las preguntas anteriores explican por qué resulta tan sencillo engancharse con algunas películas distópicas. El esfuerzo de los cineastas por darle lógica a la tragedia y a la configuración de su mundo ficticio difumina los límites entre distopía y realidad. Existe la sensación de que lo visto en la pantalla podría suceder, por lo que tiene gran impacto en el espectador.
En su libro El amor por la literatura en los tiempos de algoritmos, el escritor Hernán Vanoli escribió lo siguiente: “Vivimos en un mundo donde la realidad se parece más a las distopías de Philip Dick o George Orwell que al realismo de Balzac”. Este es el riesgo y encanto de jugar con el futuro, debido a que algunas de esas “fantasías” o “miedos improbables” se pueden materializar varios años después.
De esta manera, los espectadores suelen realizar un ejercicio de comparación entre la historia y su realidad. Si bien el totalitarismo, la desigualdad social, la pobreza y las crisis sanitarias son llevadas a un nivel extremo, no dejan de ser las mismas problemáticas que golpean a nuestro mundo en la actualidad.