Uno de los grandes deseos de muchas parejas es convertirse en padres. La idea de formar una familia figura entre los mayores anhelos de un amplio sector de la población. Desafortunadamente, algunas personas se enfrentan a determinadas condiciones y escenarios que dificultan la procreación. Esto incluye desde problemas de fertilidad hasta mujeres u hombres solteros que desean tener un hijo. En esta clase de situaciones, la reproducción asistida figura como una solución viable.
Dicho concepto se refiere al conjunto de técnicas y procedimientos médicos orientados a facilitar el embarazo, especialmente, cuando no se puede lograr de forma natural. Gracias a centros especializados como la Clínica de reproducción asistida CREA, este grupo de personas puede cumplir su gran anhelo de ser padres. Asimismo, reciben el acompañamiento necesario de especialistas para gozar de mayores certezas durante el tratamiento.
¿En qué consiste la reproducción asistida?
El primer paso de los expertos es determinar y evaluar la causa de la infertilidad. De esta manera, es posible seleccionar el tratamiento o la intervención más adecuada con base en los requerimientos y necesidades del paciente. Tal como lo indica el nombre de reproducción asistida, sus técnicas y tratamientos suelen intervenir en diferentes etapas del proceso natural de la concepción.
Normalmente, los especialistas inciden en diferentes ámbitos como el crecimiento de los óvulos, los períodos de ovulación, el transporte de los gametos o la fecundación. Entre las técnicas más comunes se encuentran la inseminación artificial, le fertilización in vitro y la estimulación ovárica, por mencionar algunas.
Tipos de reproducción asistida
A continuación, te presentamos en qué consisten algunos procedimientos de reproducción asistida, así como sus características, ventajas y desventajas.
Inseminación artificial
No hay duda de que es una de las técnicas más conocidas y utilizadas para enfrentarse al problema de la infertilidad. Por otro lado, los expertos la consideran un procedimiento de baja complejidad, sumado a que no causa demasiadas molestias a la paciente debido a su carácter poco invasivo. Aunque existen varios tipos de inseminación artificial, la más frecuente es la que se lleva a nivel intrauterino.
Básicamente, consiste en la introducción de los espermatozoides de manera directa en el útero de la mujer. Estos últimos pueden ser de la pareja de la fémina o, en su defecto, de algún donante. Gracias a ello, también se puede utilizar en mujeres solteras que desean vivir el proceso de la maternidad pese a no tener una pareja.
Entre las razones por las que resulta extremadamente popular se encuentra su sencillez y precio accesible. Además, guarda grandes similitudes con la concepción de forma natural. En contraparte, su tasa de éxito no resulta tan elevada como otras técnicas de reproducción asistida.
Fecundación in vitro
Este tratamiento consiste en la fecundación de los gametos femeninos fuera del cuerpo de la mujer. Se trata de la unión del espermatozoide y el óvulo en un laboratorio a fin de producir un embrión, el cual se implanta en el útero.
Dicha técnica tiene varios pasos y etapas antes de que derive en un embarazo. Entre ellas, se encuentra la estimulación del proceso de ovulación, lo que permite alcanzar el desarrollo de varios folículos maduros. Tras su recuperación, estos son colocados en una incubadora especial junto con los espermatozoides sanos. En caso de que no haya penetración de los óvulos, existe la posibilidad de inyectar uno de los espermatozoides en el gameto femenino a través de una aguja.
Un detalle que señalar es que la fecundación in vitro se ocupa con frecuencia en personas que tienen problemas con las trompas de Falopio. De igual manera, los trastornos en los espermatozoides figuran entre las causas que motivan el uso de esta técnica.
Estimulación ovárica
Los especialistas en procedimientos de reproducción asistida también pueden optar por el uso de medicamentos para propiciar la ovulación. De esta forma, la mujer experimenta una ovulación más frecuente. Otro de los beneficios es que permite tratar con mayor facilidad a las féminas con periodos irregulares, ya que sus ciclos se vuelven más predecibles gracias a la acción de los fármacos.
Es importante mencionar que la estimulación ovárica se utiliza en combinación con otras técnicas, tanto en la inseminación artificial como en la fecundación in vitro. Vale la pena mencionar que las hormonas administradas son totalmente seguras, aunque es posible que generen síntomas como hinchazón del vientre y pesadez.
Entre las ventajas de las técnicas de reproducción asistida se encuentra su precio cada vez más accesible debido a los avances tecnológicos, los cuales también reducen la posibilidad de transmitir al bebé algún trastorno genético. Por otro lado, el uso de procedimientos de vanguardia eleva considerablemente las posibilidades de éxito.