La elección del reparto de una película es uno de los procesos más importantes de todo el proyecto. Los actores y actrices elegidos serán los responsables de materializar la historia con sus interpretaciones. Un mal performance puede ser la clave entre el éxito o fracaso de todo el proyecto. Esta semana, nos enteramos de cómo fue el proceso para convencer a Alan Rickman de interpretar a Severus Snape, uno de los personajes más queridos dentro de la franquicia Harry Potter.
La saga mágica figura entre las más importantes de la era reciente. La obra de J. K. Rowling se convirtió en un éxito rotundo, tanto en la industria literaria como cinematográfica. Aunque la mayor parte de la atención se la roban Harry Potter y sus fieles amigos, existen personajes secundarios que tienen gran peso en la historia. El rol de Alan Rickman en la serie es vital, ya que está estrechamente ligado a la rivalidad entre Harry Potter y Lord Voldemort. Es una pieza cuyos movimientos influyen de manera drástica en la trama.
Pero tener a Rickman dentro de la franquicia no fue “pan comido”. Incluso, fue una de las contrataciones más complicadas. El actor británico tenía cierta renuencia a aceptar el papel de Severus Snape, el profesor que parece tener un odio mortal hacia el protagonista. Durante un lapso importante, algunos dudamos de sus intenciones, pero resulta que su lealtad hacia Dumbledore nunca flaqueó. Además, podemos catalogarlo dentro de los personajes más complejos de la serie.
Recordar el universo mágica nos hace mucho bien. Tras el estallido de la crisis sanitaria, J. K. Rowling lanzó una iniciativa llamada Harry Potter en casa. La escritora decidió participar activamente en las campañas para promover la cuarentena durante la pandemia. Esa fue la razón que la llevó a abrir un centro digital para hacer más tolerable el encierro. Los fans de la saga de fantasía podían acceder a diferentes materiales desde cualquier dispositivo conectado a Internet.
Así llegó Alan Rickman a la franquicia
En una entrevista para AV Club, el director Chris Columbus habló sobre el proceso de elegir a los personajes de Harry Potter. Recordemos que el cineasta estuvo al frente de la primera entrega de la franquicia. El equipo acertó totalmente con la elección de Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grant, el trío de amigos que cautivó a toda una generación. El creativo habló sobre la búsqueda del actor para dar vida a Severus Snape, ya que no todos encajaban con el perfil del profesor de Pociones en Hogwarts.
Según los comentarios de Columbus, Alan Rickman no quería ser Severus Snape en una fase inicial. Básicamente, su negativa se debía a que no deseaba encasillarse con papeles de villano. A lo largo de su carrera, había llevado el papel del antagonista del personaje central, por lo que consideraba que el papel del molesto maestro de Harry Potter fortalecería dicha tendencia.
“Me acuerdo bien de que el productor David Heyman y yo tuvimos reuniones con él [Alan Rickman]. Salimos a cenar con Richard Harris para convencerle, y lo mismo con Maggie Smith (…) Con Alan Rickman también, y se mostró reacio porque no quería ser encasillado como un villano tras haber actuado en la película La jungla de cristal y, supongo, que tras Robin Hood, príncipe de los ladrones”, comentó el director, quien tiene frescos en su mente esos recuerdos con el histrión.
Todo indica que existía cierta obsesión en tener a Rickman dentro del proyecto. Lo entendemos a la perfección, especialmente, porque estamos hablando de uno de los grandes actores del cine británico durante los últimos tiempos. Su debut en el séptimo arte ocurrió durante la década de los 70, cuando interpretó a Teobaldo en la película Romeo y Julieta. Posteriormente, lo vimos en películas como Duro de matar, Tierra de armarios, Rasputín y El beso de judas, por mencionar sólo algunas producciones.
La conversación con J. K. Rowling que lo cambió todo
Las reuniones con Rickman no parecían ir a buen puerto. Ante el fracaso de sus encuentros, Chris Columbus comentó esta situación con la autora de la saga literaria. Así fue como J. K. Rowling decidió tomar el sartén por el mango y reunirse personalmente con el actor. Esa plática cambió el panorama en su totalidad, debido a que la escritora decidió compartir información inédita con el histrión. Estamos hablando de algunas cosas que todavía no materializaba en su libro Las reliquias de la muerte.
“J. K. Rowling lo llevó a cenar y le contó algo sobre lo que iba a suceder con Snape a lo largo de la franquicia y, especialmente, en el séptimo libro (…) Así que cuando estábamos en el set, él hacia pequeños gestos en su actuación que no podía entender de dónde provenía o su razón de ser. Me acercaba después y le preguntaba: ‘¿Qué ha sido eso?’, y él decía ‘¡Oh, lo sabrás cuando leas el séptimo libro’. Y yo estaba como ‘Bueno, pero eso no me ayuda ahora que estoy con la primera película’”, recordó.
Posteriormente, la publicación del libro Las reliquias de la muerte cambió todo el escenario. Columbus entendió por qué Alan Rickman realizó cada uno de esos gestos, moldeando al personaje de Severus Snape dentro de la serie.
“Una vez que leí el séptimo libro, pensé ‘¡Oh!, brillante elección’”, puntualizó.
Alan Rickman ganó fama global por el papel de Severus Snape; sin embargo, su carrera no se deduce a ello. No tenemos duda de que es uno de los grandes del cine británico de la era reciente. Efectivamente, lo extrañamos mucho.
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