Cuando hablas de turismo en México, uno de los destinos que vendrán más rápido a tu cabeza serán las exóticas playas de Cancún, Quintana Roo. Sin embargo, la Península de Yucatán esconde tesoros que merecen igual o mayor atención. En esta ocasión, te daremos varias razones por las que debes visitar Chichén Itzá, un sitio arqueológico que alberga una de las nuevas 7 maravillas del mundo moderno. El reconocimiento del lugar como Patrimonio de la Humanidad en 1988 sólo es una muestra de la importancia cultural de esta antigua ciudad ubicada en el municipio de Tinum, Yucatán.
En 2007, se dieron a conocer a los ganadores de la denominación “nueva maravilla del mundo”, una selecta lista de la que forman parte las grandes obras y monumentos de todo el planeta. El Templo de Kukulkán en Chichén Itzá comparte este honor con grandes construcciones de la talla del Coliseo de Roma, en Italia; la estatua del Cristo Redentor, en Brasil; la Gran Muralla China; Machu Pichu, en Perú; Petra, en Jordania, y el Taj Mahal, en India. Este dato debería ser suficiente para incluir el lugar en nuestra lista de cosas que hacer durante las próximas vacaciones en la región.
Chichén Itzá es un centro ceremonial que goza de gran fama entre los turistas extranjeros. Lo primero que debemos tener claro es que no se trata de una simple pirámide maya, sino que fue un sitio que recibió la influencia de los diferentes pueblos que la ocuparon. Es uno de los vestigios más representativos de la cultura maya, el cual está ubicado a 115 kilómetros de la ciudad de Mérida, Yucatán. Pese a que está a una distancia retirada de la capital del estado, es posible llegar a la zona mediante transporte público.
A continuación, te presentamos algunos datos curiosos y razones por las que debes visitar Chichén Itzá en cuanto tengas la oportunidad. De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se trata del mejor ejemplo de los movimientos migratorios que tuvieron lugar en la región conocida como Mesoamérica hacia el Posclásico Temprano.
Razones para visitar Chichén Itzá
Un sitio milenario
No existe un consenso entre los arqueólogos sobre la fecha exacta en la que comenzó la construcción de Chichén Itzá. Sin embargo, existen algunos documentos históricos que muestran que todo empezó entre los años 500 y 750 d.C. Varios expertos en el tema aseguran que la ciudad tiene alrededor de 1,500 años de antigüedad. Asimismo, señalan que tuvo un papel fundamental desde los períodos del Clásico Tardío hasta el Clásico Terminal, aunque también gozó de protagonismo durante los inicios del Postclásico.
Durante este período, Chichén Itzá registró una expansión territorial, además de recibir la influencia de otras culturas. Por ejemplo, los estudios realizados en la región dejan entrever que fue víctima de saqueos durante el siglo XIII. Finalmente, los españoles conquistaron el lugar a mediados del siglo XVI.
La cultura maya
Si te preguntas por qué visitar Chichén Itzá, quizá no tengas demasiado claro cuál es su importancia cultural. En su momento, fue la capital de un amplio territorio en la Península de Yucatán. Existe evidencia sobre la destrucción de varios edificios, así como sobre procesos de reedificación. Por otro lado, los arqueólogos creen que el declive de la ciudad ocurrió, precisamente, por los diferentes episodios de violencia.
Chichén Itzá formó parte de la llamada Liga de Mayapán, de la cual también eran parte la ciudad del mismo nombre y Uxmal. Esta unión de casas sacerdotales llegó a su fin después de un conflicto entre los caciques. Es increíble conocer el proceso de transformación de la zona. Originalmente, los mayas acudían a la región en busca de paz, pero eso se vino abajo debido a que las constantes luchas convirtieron la región en un campo de guerra.
El Templo del Kukulkán
Uno de los principales motivos por los que visitar Chichén Itzá es para contemplar el llamado Templo de Kukulcán. Como podemos anticipar, se trata del principal edificio del sitio arqueológico. Es ampliamente valorado debido a que es el vivo ejemplo del conocimiento avanzado que tenían los mayas sobre astronomía, matemáticas y geometría.
El templo tiene 18 cuerpos y 4 escaleras, cada una de ellas con un total de 91 escalones. La cifra no fue definida al azar, sino que representa el número de días del calendario maya. Es importante decir que mientras Europa atravesaba por la Edad Media, los mayas poseían un calendario mucho más preciso que el Gregoriano. Es fascinante ver cómo dicha cultura estaba demasiada adelantada en varios campos del conocimiento.
Sombra de serpiente
Si piensas conocer Chichén Itzá, una buena temporada para hacerlo es el 21 de marzo o el 22 de septiembre. Si acudes alguno de estos días, serás testigo de la formación de una figura de luz y sombras natural, la cual es proyectada gracias a los 7 triángulos de luz invertidos que se encuentran en la escalinata norte del Templo de Kukulkán. Así es como aparece una sombra de serpiente, la cual parece que va descendiendo gracias al efecto de la luz.
El canto del Quetzal
Quizá hayas escuchado del llamado Canto del Quetzal cuando se habla de la ciudad maya. Básicamente, se trata de un fenómeno acústico que ocurre al dar un aplauso o al hacer cualquier otro sonido corto pero intenso a 40 metros de la escalera principal. Después de ello, se puede escuchar un sonido peculiar, el cual fue descubierto por el ingeniero estadounidense David Lubman. Se asemeja al sonido de un quetzal debido a que las ondas rebotan en las escaleras de la propia construcción.
El Cenote Sagrado
Otro de los lugares que puedes contemplar durante tu visita a Chichén Itzá es el Cenote Sagrado. Este sitio tiene un diámetro de 60 metros y una profundidad que ronda los 15 metros. De acuerdo con las investigaciones y registros arqueológicos, el cenote era utilizado para llevar a cabo algunas ceremonias y rituales. Principalmente, eran eventos para honrar a los dioses. Esta creencia está reforzada debido a que los equipos de exploración recolectaron pedazos de oro, tela y jade del fondo, los cuales pudieron haber sido arrojados como parte de algún ritual.
El juego de pelota
Entre las zonas mejor conservadas de Chichén Itzá se encuentra el patio que era utilizado para el juego de pelota. Sus dimensiones son espectaculares, ya que tiene un área de aproximadamente 120 metros de largo por 30 metros de ancho. La cancha para esta actividad deportiva está localizada en la zona norte del Templo de Kukulkán. Cabe recordar que el juego de pelota era un deporte con asociaciones rituales, el cual tenía como características distintivas una pelota elaborada de caucho macizo y participantes que la golpeaban con la cadera.