La salud mental es un elemento clave para el bienestar tanto físico como emocional. Incluso, existe una frase que dice lo siguiente: “Mente sana, cuerpo sano”. La idea detrás de esta reflexión es que el estado psicológico de las personas juega un papel decisivo en la salud corporal. Incluso, existen casos de mujeres con dificultades para embarazarse debido a cuadros de ansiedad o estrés. Por ello, consideramos necesario hablar del papel de la psicología cuando se enfrenta un posible diagnóstico de infertilidad.
De acuerdo con algunos especialistas, existen problemas relacionados con la estabilidad y salud mental que pueden tener repercusiones sobre el organismo y la capacidad de concebir. Para llegar a conclusiones certeras y hallar el tratamiento adecuado, es vital que la paciente con infertilidad visite a un especialista. En ciertos casos, la mujer no enfrenta ninguna limitante o condición fisiológica que le impida embarazarse, pero su estado mental genera una serie de reacciones corporales que obstaculizan la concepción.
Diversos estudios muestran que el nivel de estrés y los miedos, así como los llamados bloqueos emocionales, dificultan el embarazo. En primera instancia, esto podría parecernos demasiado vago o carente de argumentos científicos. Sucede todo lo contrario, ya que numerosas investigaciones confirman que la salud y estado mental son aspectos clave para crear las condiciones idóneas. Es importante aclarar que no todos los casos son susceptibles a la terapia psicológica contra la infertilidad, sobre todo, si parten de un problema fisiológico determinado.
A continuación, exploramos algunas de las reflexiones e ideas de la comunidad científica sobre el tema; para más info visita logratuembarazo.com – Psicología aplicada a la fertilidad femenina.
Estrés y fertilidad femenina
Existen múltiples científicos que aseguran que el estrés puede desencadenar cuadros y problemas en el organismo. ¿Cuántos de nosotros no hemos experimentado dolores de cabeza o estómago por una preocupación? Incluso, un nivel elevado de ansiedad o miedo puede derivar en problemas cardíacos. Bajo esta perspectiva, hay razones suficientes para creer que el estado mental tiene gran influencia en la capacidad reproductiva de la mujer.
Concretamente, las investigaciones señalan que hay casos donde el estrés deriva en una alteración hormonal. En consecuencia, es posible que la mujer sometida a una preocupación o miedo constantes experimente una ovulación irregular. El nerviosismo extremo no se limita únicamente a síntomas como manos sudorosas o una respiración agitada, sino que otros sistemas como el endocrino o el reproductor podrían verse afectados.
Diferentes estudios sugieren que los altos niveles de estrés tienen el potencial de ocasionar espasmos en las Trompas de Falopio. En el caso particular de los hombres, se registran problemas como una caída en la producción de espermatozoides.
A lo anterior, debemos sumar la presión y ansiedad generadas por el deseo de ser padres. La mayoría de las parejas esperan que el embarazo se presente a las pocas semanas de haber suspendido el uso de métodos anticonceptivos. Conforme transcurre más tiempo, los pensamientos de la pareja apuntan de manera fatalista hacia un problema de infertilidad. Adelantarse a los hechos es contraproducente, ya que agregará mayor tensión.
Los expertos indican que un diagnóstico de infertilidad es capaz de ocasionar un trauma grave en las mujeres. La idea de no tener hijos es profundamente dolorosa en las parejas, además de que puede generar un proceso de desestabilidad dentro de la propia relación. En esta etapa surgen sentimientos de angustia, frustración y tristeza.
Acompañamiento psicológico para la fertilidad
Cuando una mujer inicia un tratamiento de reproducción asistida o contra la infertilidad, la psicología cobra todavía mayor importancia. Es fundamental que un profesional del área realice trabajo de acompañamiento durante el proceso. De esta manera, brindará certeza y seguridad a la fémina para encarar cada etapa, además de actuar de soporte ante el riesgo de que no se cosechen los resultados esperados.
Normalmente, los especialistas en psicología para la infertilidad se enfocan en aspectos clave, a fin de hacer más sencillo el viaje que tiene como última meta la procreación. De esta forma, realizan sesiones orientadas a facilitar la expresión emocional, el conocimiento sobre el propio tratamiento, la disminución del estrés y el despeje de cualquier bloqueo emocional.
La terapia psicológica para la infertilidad y el acompañamiento de un experto puede marcar la diferencia entre el éxito o fracaso de un tratamiento. Investigaciones recientes demuestran que hasta el 65% de las pacientes que acuden a los centros de infertilidad tienen síntomas psicológicos relacionados con el estrés y la ansiedad. Otros reportes señalan que el sentimiento de tristeza y la depresión pueden compararse con el que experimentan mujeres diagnosticadas con cáncer y enfermedades del corazón.