En la actualidad, existen diferentes modalidades para comprar un vehículo. Puedes hacerlo pagando la totalidad del coche en una sola exhibición o recurrir a algún esquema que brinde facilidades de pagos a medio o largo plazo. Afortunadamente, la industria automotriz cuenta con diferentes modalidades que se adaptan tanto a empresas como a particulares. Entre ellos, se encuentra el famoso renting de coches, una figura que goza de gran popularidad en países como España.
A pesar de que hay una gran cantidad de información disponible, todavía existe confusión sobre el renting. Eso ha llevado a que muchas personas asuman que se trata de un plan de financiación tradicional o, en su defecto, que tiene las mismas características que el leasing. A continuación, te presentamos todo lo que debes saber sobre el renting de vehículos y las ventajas que entrega a los beneficiarios.
¿Qué es el renting?
A nivel técnico, el renting hace referencia a un modelo comercial en el que dos partes negocian el alquiler de un bien a cambio de una cuota periódica. Al acuerdo firmado entre los interesados, también se le conoce como contrato de arrendamiento. En el caso particular del renting de coches, una persona se compromete a pagar una cuota mensual estipulada durante un periodo que suele oscilar entre 1 y 10 años. De acuerdo con estadísticas en la industria, lo más común es elegir un lapso que va desde los 2 hasta los 5 años.
Una de las razones por las que la gente aprovecha el renting es por la ausencia de un pago de entrada. En su lugar, la cantidad a satisfacer se divide en las respectivas cuotas mensuales. Programas como el renting Fiat resultan atractivos debido a que permiten estrenar con mayor facilidad y comodidad, más allá de que la persona que suscribe el acuerdo no puede considerarse el propietario del vehículo. En ese sentido, no es igual que otras opciones de financiación donde el coche pasa a ser propiedad del beneficiario, siempre y cuando, liquide el compromiso adquirido.
Es importante no confundir el renting con el leasing, ya que existen personas que utilizan ambos conceptos de forma indistinta. Aunque es verdad que tienen muchas similitudes, existen diferencias a nivel técnico. En el caso del renting, se trata de un contrato de arrendamiento donde la persona no accede a la propiedad del coche tras el término del acuerdo. En contraparte, el leasing es un esquema de financiación que permite alquilar un vehículo, pero con la posibilidad de adquirirlo al finalizar el acuerdo.
Normalmente, el leasing es un esquema utilizado por empresas y autónomos, mientras que el renting es una alternativa viable para particulares.
¿Cuáles son las principales ventajas del renting?
Además de que no debes tramitar un préstamo o desembolsar una fuerte cantidad de dinero como pago inicial, el renting de coches te permite estrenar el auto casi de manera inmediata. Los pagos mensuales serán suficientes para acceder al vehículo, aunque previamente existe la firma de un contrato que nunca suele ser menor de un año.
Las empresas especializadas en el sector automotriz ofrecen atractivos planes de renting, debido a que incluyen varias coberturas. Lo normal es que el beneficiario disfrute de cambio de neumáticos, revisiones periódicas del coche, seguro contra accidentes y hasta vehículos de sustitución. Cuando estés en la negociación, no olvides preguntar si está incluido el servicio de asistencia en carretera, cobertura de averías o la reclamación de multas hasta agotar la vía administrativa.
El renting es un esquema de arrendamiento que también ofrece numerosas ventajas a las empresas y autónomos. En estos casos, pueden realizar la deducción fiscal al 100% de las cuotas mensuales en el Impuesto sobre Sociedades y en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España. En tanto, la deducción del IVA puede alcanzar hasta el 100% en caso de que pueda demostrarse que el coche es utilizado exclusivamente para la actividad profesional.
El renting es sumamente rentable y cómodo en múltiples escenarios, ya que la persona accede a un coche de última tecnología sin tener que lidiar con los inconvenientes tradicionales de un proceso de compra. De esta manera, evitas el largo tiempo de espera para recibir tu vehículo y aprovechas la concentración de pagos y servicios en uno solo, sin dejar de mencionar que no cargas con la depreciación natural del coche.