El mundo del cine extraña a Sean Connery; no hay forma de no hacerlo. Entre las películas de acción que convirtieron en clásicos del género está La Roca, protagonizada por el escocés y Nicolas Cage. Esta película de los 90 no solo gustó mucho entre el público, sino que representó un punto de partida para todos los involucrados en el proyecto. El joven director Michael Bay recordó cómo fue la experiencia de compartir set con Sean Connery, especialmente, el nerviosismo que experimentó por tener que darle indicaciones.

No podemos culparlo. Bay llegó a liderar el proyecto cuando apenas tenía una película en su currículum, Bad Boys. La comedia de acción protagonizada por Martin Lawrence y Will Smith cosechó reacciones mixtas, pero fue una aventura exitosa a nivel comercial. Fue en la década de los 90 cuando empezó a forjar su fama como director de proyectos de alto presupuesto, así como su estilo orientado hacia el uso saturado de efectos visuales. Desde esas primeras entregas, quedó claro que gusta de las explosiones.

Cuando Sean Connery falleció a finales de 2020, las grandes figuras del cine le rindieron tributo. Por supuesto, Bay externó su tristeza, ya que le había tomado un enorme cariño por esos breves momentos en los que coincidieron. Pero no siempre fue así. El primer encuentro estuvo marcado por un profundo temor hacia el actor, debido a que él era la estrella del espectáculo. Incluso, su presencia opacaba la creciente popularidad del actor Nicolas Cage, quien también tiene una amplia comunidad de seguidores.

¿Cómo fue grabar La Roca al lado de Sean Connery?

En entrevista con Collider, Michael Bay reveló con humor cómo fue la primera indicación que tuvo que hacerle a Sean Connery durante las grabaciones. No sólo sentía un profundo respeto por el originario de Edimburgo, sino que experimentó una sensación de pánico por su fama de “comerse a los directores”. Esta expresión se refería a que tenía una personalidad tan fuerte y determinante que solía intimidar a los cineastas. Quienes trabajan en la industria, saben que esta clase de actores son sumamente complicados, ya que existe el riesgo de que influyan más de la cuenta en las decisiones creativas.

“Yo era todavía un niño. Sean había hecho 75 películas; para mí, era la segunda (…) Estábamos haciendo la escena del interrogatorio, con su largo pelo gris y su barba. Me daba miedo darle las primeras directrices. Así que hacemos una toma. Está bien, hagamos una segunda toma…y yo pensando ‘Dios mío, tengo que darle alguna dirección en este momento’”, puntualizó.

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Con todo el valor que había en su corazón, Michael Bay decidió que no podía dejar que ese respeto y admiración por Sean Connery lo privara de hacer un trabajo correcto en la silla de director. Fue entonces cuando le lanzó la siguiente directriz:

“Mmm, Sean, puedes decir eso con menos encanto (…)’Claro, chico. Sin duda, chico’. Así que mi nombre en el set pasó a ser ‘Chico’”, recordó.

Asimismo, habló sobre una escena en la que tuvo que hacer gala de su magia ante la falta de la tecnología para efectos especiales.

“Bueno, yo tenía una moneda grande y le puse un alambre, una barra de acero y la hice girar hacia una cámara, así parece en una escena que coge una moneda de 25 céntimos, se da la vuelta sobre la mesa y eso es lo que saca de sus esposas. Golpea la silla, la rompe y se quita las esposas. Así que yo estaba haciendo girar la moneda, estaba ahí, en lo mío. Sean Connery me estaba mirando y tenía una sonrisa irónica. Era un tío que quería con dureza, pero yo le gustaba. Aprendí mucho de él. Y él, realmente, de verdad, me enseñó mucho”, dijo.

La Roca, una película de culto

Michael Bay estrenó La Roca en 1996, una película de acción protagonizada por tres grandes nombres del cine: Sean Connery, Nicolas Cage y Ed Harris. La trama presenta a un grupo de veteranos de guerra que toman posesión de la prisión de Alcatraz, convertida en destino turístico. El líder de la misión, Francis Hummel, se instala en la isla tras haber robado misiles cargados con un gas nervioso capaces de causar la muerte de millones de personas. Así es como decide extorsionar al gobierno de Estados Unidos para dar ese dinero a las familias de los soldados caídos en sus años de servicio.

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos deciden lanzar una misión para derribar al comando armado, pero necesitan a alguien que conozca mejor que nadie los pasadizos de la isla. Así es como deciden llevar consigo a un hombre llamado John Mason, quien está encarcelado de manera injusta por saber secretos de Estado. De esta forma, inicia una aventura militar, la cual tiene gran ritmo gracias a la química entre Connery y Cage, quien da vida a Stanley Goodspeed.

La película fue un éxito comercial en todo el mundo, abriéndole la puerta a Michael Bay a realizar otras grandes producciones como Pearl Harbor y Transformers. El filme también sirvió para consagrar a Nicolas Cage como un símbolo del género de acción de los 90.

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