Los críticos de cine que hablan de Bullet Train como “un viaje a ningún lado”, no están entendiendo nada. Sin dudarlo, mi reseña debe empezar diciendo que la película de David Leitch, Tren bala, es una de las más disfrutables en lo que va de 2022. Desde la primera secuencia, te puedes dar cuenta de que ese tren avanza con propósito.
Hay mucho mérito en lo que hizo el también director de Otro día para matar. Vaya que hay ser valiente para apostar por el uso masivo del caos y transitar a 320 km/h, sabiendo que existen altas probabilidades de estrellarse. La mayoría de los cineastas que lo intentan pierden el hilo después de la primera media hora y terminan agotados recurriendo a ideas de relleno.
Afortunadamente, eso no pasa aquí, pues Leitch, respaldado por Jonathan Sela y Dominic Lewis, logra tocar una sinfonía frenética durante poco más de dos horas. Incluso, estos hombres mantienen la energía en los momentos más débiles del guion. En general, me encantó la forma en la que todo el equipo creativo mantiene el espíritu hasta la última secuencia.
Una historia entretenida y bien dirigida
La novela de comedia oscura de Kōtarō Isaka tiene todos los ingredientes para dar paso a algo excepcional. Posee tanto material que el desafío consistió, precisamente, en no perderse en las historias individuales de cada uno de los personajes. Incluso, los actores que formaron parte de esta aventura reconocieron que disfrutaron el rodaje. Sobre todo, destacaron que uno de ellos tuvo su momento para brillar. Como espectador, lo notas y lo disfrutas.
Curiosamente, creo que la mayor virtud de la película es su capacidad para transitar entre todas las emociones de forma vertiginosa. Algunos lo sintieron un poco artificial, pero creemos que Leitch lo consigue con suficiente naturalidad. Así es como podemos sentir el dolor de un padre agobiado y el resentimiento de algunos personajes, para un minuto después estar disfrutando con las discusiones acaloradas de Tangerine y Lemon.
Leitch es un director que se ganó nuestra atención desde hace varios años por su particular manera de entender la comedia y la acción. En esta reseña de Tren bala, debemos decir que se nota su mano y carácter. Hay chispazos de energía al más puro estilo de la primera película de John Wick, pero también nos topamos con el humor negro y ridículo de las cintas de Deadpool. En esta producción, mete todos esos ingredientes a la cacerola para preparar un platillo vigorizante. Tras consumirlo, sales cargado de energía…no es opcional.
Un reparto magnífico
Otra razón por la que Tren bala me parece un trabajo de alto nivel es por el compromiso de los actores a la hora de interpretar a sus personajes. Ok, muchas personas acudirán al cine por Brad Pitt, mientras que un montón de adolescentes lo harán por ver la frenética secuencia con Bad Bunny. Se van a sorprender cuando salgan amando a otro personaje del que no tenían idea alguna.
Aparte del actor que dio vida al poderoso Aquiles, Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry se roban el espectáculo en repetidas ocasiones. Talento desbordado con diálogos ágiles y coreografías bien trabajadas. ¿Qué podemos decir de Joey King? Si la identificas como la protagonista de El stand de los besos, todavía tienes mucho que ver sobre ella. Es claro que está llamada para cosas grandes en esta industria. Definitivamente, aquí no decepciona y no se intimida ante los astros que ya habían conquistado Hollywood cuando ella era apenas una niña.
Hay cameos e intervenciones breves. Quizá me quedé con ganas de ver un poco más de Michael Shannon en pantalla, pero entiendo la situación. No tengo demasiadas quejas hacia las apariciones o diálogos fugaces de actores como Sandra Bullock, Logan Lerman, Zazie Beetz o Channing Tatum. Eso también funciona y sale bien.
Una experiencia visual y sonora delirante
En esta reseña, solo tengo buenas palabras y elogios para los que trabajaron en fotografía, música y efectos especiales de Tren bala. ¡Soberbia exhibición, chicos! Este espectáculo de luces neón, la yakuza y sangre pone en alerta tus sentidos, para solo rematar con una banda sonora a todo volumen que refuerza la energía de cada secuencia.
Donde algunos críticos ven un intento por ocultar falta de originalidad, yo veo a un montón de personas plasmando ideas salvajes con mucho corazón. No da la sensación de que Sela o Lewis busquen un resultado pretencioso, sino que Tren bala se percibe más como un ejercicio de liberación de esas ideas que habían permanecido demasiado tiempo en el cajón.
Los flashbacks sorpresivos son fundamentales para entender la naturaleza de cada uno de los personajes. Te entregan lo suficiente para conocerlos, pero tampoco aspiran a que comprendas cada una de sus motivaciones o filosofías. Los personajes de Brad Pitt y Brian Tyree Henry están más cerca de ello. ¿En serio? ¿Algunos quieren más explicaciones? ¡Señores, son asesinos locos a bordo de un tren! Creo que la premisa y las reglas del juego están bastante claras desde el principio.
Conclusión ¿Vale la pena ver Tren bala?
Tren bala es una película que vale la pena. Si puedes disfrutarla en pantalla de máximo formato, no te vas a arrepentir. Es necesario pararse en el lugar adecuado para entenderla. No es que la película carezca de un destino, sino que centra toda su energía en el trayecto. Al igual que en muchas situaciones, lo que importa es el viaje y no tanto hacia donde te diriges. Tren bala es una cinta con suficiente personalidad y energía, una de las mejores comedias de acción que he visto en los últimos meses. Recomendada.
Calificación