El funcionamiento adecuado de una empresa u organización depende de la realización adecuada de múltiples procesos, así como del respeto de normas, protocolos y reglamentos. Para ello, los directivos recurren a las auditorías como estrategia de control y monitoreo. En esta ocasión, nos vamos a enfocar en qué es una auditoría interna, los diferentes tipos y sus beneficios.
El primer paso es arrancar de una definición precisa, ya que este concepto requiere marcar límites claros para evitar confusiones con otra clase de auditorías y mecanismos de evaluación de procesos. De igual manera, te ayudará a entender el perfil de las personas que deben llevar a cabo la auditoria interna con la finalidad de no llegar a conclusiones sesgadas o poco objetivas.
¿Qué es una auditoría interna?
Una auditoría interna es un proceso de inspección o evaluación que se lleva a cabo dentro de cualquier tipo de organización para verificar el correcto funcionamiento en diferentes ámbitos. Esta tarea la realizan agentes externos, profesionales y objetivos con la finalidad de evaluar la eficacia de los procesos empresariales, incluyendo el control y la gestión de riesgos.
El motivo por el que se asigna el proceso a agentes externos es para garantizar la objetividad del análisis e inspección. Al contratar una agencia de consultores independiente, se promueve un enfoque objetivo e imparcial.
Las personas que están fuera de la estructura de la organización pueden evaluar sin prejuicios la eficacia y eficiencia de las operaciones, la confiabilidad de la información financiera y operativa, el nivel de protección de los activos y el cumplimiento de las leyes, reglamentos y contratos.
¿Cuál es el objetivo de realizar una auditoría interna?
Tras entender qué es una auditoría interna, es momento de hablar de los objetivos específicos. En términos generales, la finalidad de realizar la evaluación consiste en obtener respuestas concretas e información de valor que sirvan para mejorar los procesos internos.
Sin embargo, es importante comprender que no solo se de trata de analizar el estado actual de una compañía, sino también establecer los lineamientos claros para implementar los cambios y nuevos controles, por mencionar algunas de las prioridades. A continuación, te presentamos cuáles suelen ser los objetivos prioritarios:
- Ayudar a mantener control estricto sobre la eficiencia de las operaciones.
- Verificar la autenticidad de los registros financieros.
- Ejercer control fiable y preciso sobre el sistema de contabilidad de la organización.
- Identificar errores, debilidades y fortalezas de negocio.
- Proteger activos de la organización, incluyendo verificación física de propiedades y bienes.
- Establecer protocolos de actuación claros y precisos.
- Detectar operaciones irregulares y reducir riesgos de fraude.
¿Es lo mismo que una auditoría externa?
Como puedes darte cuenta, la inspección puede enfocarse en áreas específicas de la organización. Antes de entrar a detalle sobre los tipos de auditorías, es importante que conozcas cuáles son las diferencias con relación a una auditoría externa.
La primera de ellas no es obligatoria, sino que responde a una necesidad de mejorar los procesos para garantizar eficiencia, proteger activos y asegurar el cumplimiento de reglamentos. Por su parte, las auditorías externas suelen ser requisito para empresas de gran tamaño o que cotizan en bolsa.
En ese sentido, las auditorías internas cumplen más un rol de control, consultoría y asesoramiento para la mejora continua. En contraparte, las inspecciones obligatorias externas se enfocan en garantizar la confiabilidad de los procesos y estados financieros de las empresas para beneficio de públicos como usuarios externos.
Tipos de auditoría interna
Dependiendo del objetivo organizacional o empresarial, las auditorías internas se clasifican en diferentes tipos. Entre las más comunes, se encuentran las siguientes:
- Auditoría financiera: Aborda temas de contabilidad, registro e informes de transacciones financieras, además de revisar la idoneidad de los controles financieros internos.
- Auditoría operacional: Evalúa el uso de los recursos para garantizar eficiencia y efectividad con base en los objetivos empresariales. De esta manera, se analizan los procesos que involucran a empleados, cadenas de producción, inventarios, etc.
- Auditoría de cumplimiento de normas y reglamentos: Consiste en analizar el correcto seguimiento de las normas, estándares y reglamentos internos. Básicamente, su función es reportar si se están cumpliendo todos los lineamientos y políticas vigentes.
- Auditoría de tecnologías de la información: Evalúa la red y estructura tecnológica necesaria para el funcionamiento de la compañía u organización. De esta forma, detecta brechas de seguridad o fallas en el cumplimiento de normas de protección de datos. Asimismo, arroja sugerencias de mejora tecnológica tanto a nivel de hardware como de software.
