Soy una amante del café; es uno de los productos básicos de la casa y la oficina. Puede faltar papel sanitario, jabón o comida en el refrigerador, pero nunca café. Sin embargo, una vez estuve a punto de renunciar a él. Simplemente, había dejado de experimentar esa subida de energía después de una buena taza. Esto me llevó a preguntarme por qué no me hace efecto el café y a investigar un poco más sobre el tema.
Como neófita en el mundo de esa fascinante bebida en aquel entonces, me había acostumbrado a tomar el mismo café durante un par de años. No sabía que se trataba de un café con bajo nivel de cafeína, que es el verdadero estimulante del sistema nervioso central. Gracias a esta, el café actúa como un potenciador cognitivo capaz de incrementar el nivel de alerta y la capacidad de atención.
Para mí, la solución estuvo en cambiar de marca y apostar por un café con un poco de más cafeína. No solo entré a un universo lleno de sabores, texturas y olores, sino que volvió a convertirse en mi compañero de todas las mañanas. Pero ¡atención! Esta no es la única respuesta correcta a la pregunta del por qué el café no me hace efecto. Existen otras razones que pueden causar esta situación.
Antes de entrar a detalle, te damos algunos consejos sobre cómo conservar el café en grano. Nos hemos fijado que muchos cometen errores en cosas básicas como el almacenamiento de los granos. Aunque no lo creas, es necesario adoptar las mejores prácticas de guardado del café para evitar que se pierdan las propiedades que le aportan ese característico sabor, cuerpo y aroma.
¿Qué efecto tiene el café en el organismo?
Como lo mencionamos líneas arriba, la cafeína actúa como un estimulante del sistema nervioso central. El efecto es evidente en la mayoría de los casos, ya que la persona que lo consume entra en estado de alerta. Es importante entender que la cafeína no solo se encuentra en el café, sino que también está presente en otras bebidas como el té, el cacao, la yerba mate, la cola, etcétera.
Diferentes estudios demuestran que el organismo humano demora alrededor de 45 minutos en la absorción de la cafeína. Después de esto, las moléculas viajan rápidamente hacia el cerebro, uniéndose a receptores que normalmente van emparejados con adenosina. Esta última es un neurotransmisor que genera la sensación de somnolencia. Precisamente, la cafeína evita que la adenosina llegue a tales receptores, lo que a su vez inhibe el sueño y aumenta el nivel de alerta.
Al igual que sucede con otras sustancias, alimentos o bebidas, el consumo excesivo de cafeína puede no ser saludable. Si nos ceñimos a lo que recomienda la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), se sugiere una ingesta máxima de 400 mg al día. En promedio, esto equivale a dos o tres tazas en un lapso de 24 horas. Por supuesto, esto dependerá de la concentración y el nivel de cafeína en la bebida que estemos tomando.
Razones de por qué el café no me hace efecto
Tolerancia al café
Si te preguntas por qué el café no me hace efecto, primero debes analizar tus hábitos de consumo. Evalúa qué tanto tomas esta bebida durante el día y los niveles de cafeína que ingieres durante una jornada. Resulta que, si tomas demasiada o con relativa frecuencia, existe la posibilidad de desarrollar cierta tolerancia. Esto quiere decir que tu organismo se volverá menos sensible a sus efectos.
El error que muchos cometen es incrementar la cantidad de café y el número de tazas durante el día. Eso puede ser alto peligroso, pues rebasar la frontera de los 400 mg por día conlleva a cuadros de dolores de cabeza e insomnio. No hay nada peor que no poder dormir pese a sentir un agotamiento extremo, además de los daños colaterales por no tener un descanso adecuado.
Si esta es tu situación, ¿todo está perdido? No, hay algunas cosas que puedes hacer al respecto. Los nutriólogos recomiendan disminuir de forma gradual el consumo de café durante un corto período de tiempo. Lo ideal es que un especialista defina el período de descanso, algo que variará según el grado de dependencia e insensibilidad a dicha bebida. Esto puede ayudar a “recalibrar” el organismo para experimentar de nuevo los efectos.
Cansancio extremo
Muchas personas creen que pueden tomar café para combatir el cansancio y mantenerse despiertos. Este enfoque conlleva a adoptar malas prácticas de consumo. Si estás extremadamente fatigado, es muy probable que beber café no surta ningún efecto. Toma en cuenta que tu cuerpo necesita recuperar energías mediante el sueño y no de un consumo compulsivo de una bebida.
Cuando no duermes bien, tu organismo producirá más adenosina. Estos químicos adicionales son los responsables de evitar que la cafeína tenga el efecto convencional en los receptores. Por ello, el cansancio extremo no se combate con una taza cargada de café. En esos casos, la mejor solución es tomar una siesta reparadora y dormir el mayor tiempo posible, según recoge Insider.
Café sin demasiada cafeína
Si no ingieres demasiada cafeína, pero aun así te preguntas por qué el café no me hace efecto, la razón puede estar en el producto que estás tomando. Incluso, influye la estatura de una persona y la capacidad de cada organismo para su procesamiento. Considera que ese café instantáneo podría no tener la cafeína que requiere tu organismo para experimentar dicho impulso de energía. Asimismo, evalúa la posibilidad de consumir un café con una concentración superior.
Por ejemplo, el café arábiga, que suele ser el tipo de grano más popular, tiene una concentración de cafeína de entre el 1% y el 1.5%. Mientras tanto, el café robusta, que deriva de un arbusto más resistente, registra una concentración de entre el 2% y 3%.
Genética
Finalmente, lo que ninguna persona que desea experimentar las bondades del café quiere escuchar. Los efectos nulos de esta bebida sobre el organismo pueden deberse a la genética. Es como si te dieran una palmadita en la espalda y te dijeran: Nada va a cambiar, pero ánimo. La genética es un factor que determina la intensidad y velocidad con las que una persona resiente los efectos de la cafeína.
La enzima del hígado llamada CYPIA2 se encarga del 95% de la metabolización de esta sustancia. Los especialistas señalan que hay dos formas de esta enzima, una de las cuales resiente mucho menos los efectos del estimulante.
¿Cuántas tazas de café tomas al día? ¿Has llegado a desarrollar tolerancia a la cafeína? ¡Te leemos siempre en los comentarios!