Contrario a lo que muchos podrían pensar, la fertilidad es una preocupación para miles de personas. Existen parejas que sueñan con ser padres, pero que pasan largo tiempo intentándolo sin conseguirlo. Ante esta situación, es normal que las personas se pregunten cuándo es buen momento para recurrir a técnicas de reproducción asistida. Según los especialistas de mi fertilidad.es, es importante que la sociedad se informe sobre los diferentes aspectos y factores que deben considerar para esta clase de tratamientos.
El avance de la medicina y la ciencia permiten que cada vez más personas puedan acceder a la tecnología de reproducción asistida. En primer lugar, las parejas deben intentar el embarazo de forma convencional durante un tiempo aceptable (entre seis meses y un año). Antes de acudir a una clínica para someterse a una técnica de este tipo, te sugerimos consultarlo con un especialista. Normalmente, los expertos asumen como posibles casos de infertilidad a las parejas que lo han intentado sin éxito durante 12 meses.
Desafortunadamente, existe mucha desinformación alrededor de las técnicas de reproducción asistida. Es fundamental que haya una discusión más amplia sobre este tema con el objetivo de que tanto mujeres como hombres conozcan cuáles son los tratamientos existentes, además de los requisitos para someterse a alguno de ellos. A continuación, te presentamos los aspectos generales que te ayudarán a esclarecer todo el panorama.
Requisitos para acudir a una clínica de fertilidad
El tiempo y la edad
Muchos especialistas recomiendan intentar el embarazo durante un año, aunque existen algunas situaciones que obligan a considerar la reproducción asistida antes de dicho periodo. Esto suele aplicar para las mujeres de 35 años en adelante, ya que la edad empieza a ser un factor en contra. Las opciones de quedar embarazada se reducen de manera significativa conforme las féminas se acercan o rebasan la frontera de los 40 años.
Abortos previos
Otra de las razones que deberían motivarte a acudir a una clínica de fertilidad es un aborto previo. Existen mujeres que han experimentado más de una pérdida gestacional, por lo que es crucial que se pongan en manos de expertos para evitar un problema similar. El acompañamiento cercano y la atención especializada aumentarán las probabilidades de lograr el resultado esperado con alguna técnica de reproducción asistida, ya sea la inseminación artificial o la fecundación in Vitro.
Enfermedades, padecimientos o problemas de salud
Existen trastornos o condiciones de salud reproductiva que afectan tanto al hombre como la mujer. Si la pareja ha intentado quedar embarazada sin lograrlo durante un periodo significativo, el siguiente paso es buscar a un especialista de fertilidad. Su primer objetivo de será llegar a un diagnóstico para determinar si es necesario o no recurrir alguna técnica de reproducción asistida.
En esta etapa de evaluación, el experto podría hallar alguna enfermedad, trastorno o condición que esté obstaculizando el embarazo. Por ejemplo, existen pacientes diagnosticados con obstrucción tubárica bilateral, fallo ovárico prematuro o azoospermia en el caso de los hombres.
Antecedentes familiares de infertilidad
Si una pareja experimenta problemas para quedar embarazada y hay antecedentes familiares de problemas de infertilidad en alguno de los miembros, la clínica de fertilidad debe aparecer en el mapa. Lamentablemente, la herencia genética puede ser la responsable de esta situación, por lo que no conviene perder más tiempo e intentar hallar soluciones lo más pronto posible.
¿Cuáles son las técnicas de reproducción asistida?
Ahora que sabes cuándo debes recurrir a técnicas de reproducción asistida, hablemos un poco sobre ellas. Básicamente, podemos definirlas como técnicas de concepción no natural cuya finalidad es aumentar las probabilidades de que ocurra la fecundación y la implantación adecuada del embrión en el útero de la mujer. En la mayoría de las clínicas de fertilidad, se llevan a cabo dos técnicas principales:
- Inseminación artificial
- Fecundación in Vitro
La inseminación artificial consiste en depositar una muestra de semen en el tracto reproductor femenino. Asimismo, se elevan las posibilidades de fecundación mediante diferentes técnicas y métodos. Por ejemplo, la mujer toma medicamentos para inducir la ovulación múltiple, además de que los especialistas determinarán el momento más adecuado para la inseminación a través de un seguimiento ecográfico. En esta técnica, está la opción de utilizar una muestra del esperma de la pareja o la de un donante anónimo, según resulte conveniente para el proceso y la paciente.
Por otro lado, la fecundación in Vitro implica realizar dicho proceso en un laboratorio capaz de recrear las mejores condiciones para la unión de ovocitos y espermatozoides. Después de estimular la producción de ovocitos maduros, los expertos procederán a extraerlos en la clínica de reproducción asistida. Posteriormente, llevarán a cabo la inseminación de los ovocitos, iniciando un periodo de incubación de 24 horas. En caso de confirmarse la fecundación, el embrión exitoso será depositado en la cavidad uterina. La mujer recibirá un tratamiento de hormonas hasta que el especialista confirme el embarazo después de un periodo de 12 días.