La casa del ratón lleva rato jugando con herramientas de AI para agilizar la producción de películas y series. Hay una obsesión con la tecnología de envejecimiento, debido a que es un desafío técnico que toma mucho tiempo con las herramientas actuales. En fechas recientes, Disney develó una red neuronal de inteligencia artificial llamada Face Re-aging Network o FRAN. El objetivo de la compañía es agilizar el proceso de agregar o quitar años a los actores, pero a través de un sistema automático que elimine todo el proceso “artesanal”.
A través de un artículo académico, Disney mostró sus avances en esta red informática capaz de ofrecer resultados convincentes de manera casi instantánea. Estamos seguros de que la herramienta podría cambiar por completo la etapa de la post-producción en la industria. Muchos cineastas tendrían mayor confianza a la hora de abordar historias que requieren jugar con la edad de los protagonistas. Es posible que muchos de los creativos se detengan a tomar esta clase de historias, a sabiendas de lo que representa en términos de edición y tiempos.
FRAN de Disney tiene la capacidad de hacer que actores de 20 años puedan aparentar 80 en cuestión de segundos. Solo bastaría someter las imágenes a esta herramienta, capaz de predecir qué zonas de la cara deberían sufrir los mayores cambios durante el envejecimiento. De acuerdo con el gigante estadounidense, se trata de la primera solución de inteligencia artificial de este tipo, la cual es capaz de alterar de forma automática la edad de la persona pese a los retos que trae consigo el movimiento y otros factores ambientales como la iluminación.
En la actualidad, los estudios utilizan técnicas diferentes para el retoque digital, jugando con la edad de los actores y los protagonistas de sus historias. Sin embargo, pasan dos cosas con este tipo de procesos. La primera es que no se obtienen resultados convincentes ante el espectador y, la segunda, el tiempo necesario para lograr algo “decente” es demasiado largo. Además, se trata de una tarea individual, por lo que es necesario trabajar rostro por rostro, considerando el movimiento de la cara por los gestos, los efectos de la luz y hasta el fondo.
¿Qué es FRAN y cómo funciona?
Disney todavía no presenta a FRAN como una herramienta de inteligencia artificial terminada. La compañía explicó que la red neuronal recibió entrenamiento a través de una gigantesca base de datos que contenía pares de caras sintéticas generadas de manera aleatoria a diferentes edades. A partir de tal información, el sistema es capaz de identificar qué sección y zona de la cara se deben modificar para el envejecimiento natural y genuino. Una vez que realiza esta tarea, superpone los detalles a través de capas que agregan o eliminan arrugas, papada, etc.
Tal como lo señala The Verge, da la impresión de que Disney recurre a los mismos principios con los que se manejan los filtros de apps como Snapchat. Con base en los ejercicios que mostró Disney, la primera impresión es que se pueden lograr resultados correctos para el uso inmediato en películas y series. Sin embargo, el equipo busca la perfección y no dejar cabos sueltos. En su estado actual, la herramienta todavía tiene limitantes claras, principalmente, cuando se demandan cambios significativos hacia o desde edades muy tempranas.
Los problemas que se experimentan con FRAN no están presentes en la edición artesanal. Incluso, los maquillistas pueden resolver este tema con algunas técnicas físicas que terminan por entregar un resultado más realista en ciertos casos. Por ejemplo, la red neuronal no es capaz de replicar de forma creíble en envejecimiento del cuero cabelludo de los actores durante la transformación. Si bien tales fallos podrían corregirse en el futuro, da la sensación de que FRAN tardará en usarse de manera generalizada en los trabajos de edición y postproducción.
¿Cuáles son los métodos actuales?
En la actualidad, las técnicas para el envejecimiento o el rejuvenecimiento de los actores son laboriosas a niveles extremos. Básicamente, los realizadores pueden tomar dos caminos. El primero consiste en el escaneo de los rostros de los actores y crear modelos 3D muy detallados. El segundo exige un talento brutal de los artistas digitales sobre cada fotograma de las caras y rostros. Con FRAN, el tiempo de intervención sobre cada fotograma no va más allá de los cinco segundos.
El trabajo de Disney con la herramienta de inteligencia artificial FRAN muestra un futuro prometedor para la etapa de postproducción. No es un secreto que los estudios y las productoras deben gastar muchísimo dinero para lograr resultados cuestionables. Un ejemplo claro de la problemática es la película El irlandés, dirigida por Martin Scorsese para su estreno exclusivo en Netflix. En esa cinta, el director tuvo que gastarse una gran cantidad de dinero para el rejuvenecimiento digital de Robert De Niro, quien debía parecer de 20 años cuando tenía 76.
A pesar de la fortuna que se invirtió en ese trabajo digital, los fans cuestionaron los resultados y lanzaron críticas severas. Por ello, las redes neuronales o herramientas avanzadas en envejecimiento son esperadas con ansias, a fin de que las compañías puedan ahorrarse enormes cantidades de dinero sin sacrificar calidad.
El estudio de Disney señala el desafío de la siguiente forma a través de su estudio:
“Aunque la investigación sobre el envejecimiento de la imagen facial ha intentado automatizar y resolver este problema, las técnicas actuales son de poca utilidad práctica, ya que generalmente sufren de pérdida de identidad facial, mala resolución y resultados inestables en los cuadros de video posteriores”, abundó.
¿Qué te parecen los resultados preliminares arrojados por la herramienta de inteligencia artificial FRAN de Disney? ¡Gracias siempre por leer, comentar y compartir!