La sociedad moderna está entrando a la era de la inteligencia artificial. Todavía estamos en pañales, sin embargo, los avances serán exponenciales. Así como crece el interés en esta tecnología, también lo hacen las preocupaciones y temores alrededor de ella. Esta semana, la Superintendencia de la Industria y Comercio de Colombia anunció la apertura de una investigación contra ChatGPT de OpenAI.
Este 15 de mayo, el organismo reveló que la finalidad del proceso es verificar que ChatGPT cumple de manera puntual con las leyes y normas para la Protección de Datos Personales. Al igual que lo expresaron otros gobiernos en meses anteriores, Colombia tiene dudas válidas sobre el respeto a la privacidad de los usuarios y los peligros que representa esta tecnología para diferentes sectores e individuos.
Es importante resaltar que la apertura de la investigación contra ChatGPT ocurrió por iniciativa propia de la Superintendencia de Industria y Comercio. Dicha entidad del país latinoamericano se encarga de la protección de los derechos de los consumidores, así como de promover la competencia leal y la regulación de la propiedad industria. A su juicio, el chatbot de OpenAI merece, cuando menos, una revisión exhaustiva sobre su impacto en la protección y resguardo de datos de los consumidores.
¿Qué es ChatGPT y cómo funciona?
ChatGPT es un chatbot de inteligencia artificial lanzado en 2022 por OpenAI, el cual se basa en el gran modelo de lenguaje GPT-4 (la versión más reciente). En términos generales, se trata de un modelo entrenado para procesar una masiva cantidad de texto. Gracias a su red neuronal, puede aprender patrones, estructuras y relaciones lingüísticas. A través del conocimiento previo, es capaz de comprender y generar texto coherente para una comunicación fluida, precisa y efectiva.
El chatbot tiene millones de parámetros que le permiten responder a cualquier pregunta que realicemos. Los cuestionamientos pueden ser sobre ciencia, historia, deportes, matemáticas, etc. Asimismo, es capaz de generar textos con una redacción natural que se acerca más a escritura humana independiente. Además, está habilitado para comprender distintos formatos, por lo que es de gran ayuda para redactar currículums, textos académicos, correos electrónicos, guiones de películas, canciones y hasta poemas.
Por supuesto, el chatbot todavía está lejos de ser perfecto, ya que puede cometer sesgos e incurrir en equivocaciones. Además de las imprecisiones en las que incurre por sus propias limitaciones técnicas, genera dudas profundas en distintos grupos debido al impacto que tendrá en el mercado laboral. También ha recibido críticas por los riesgos que representa para la protección de datos de los usuarios y el respeto a la privacidad.
¿Por qué la Superintendencia de Colombia abrió una investigación contra ChatGPT?
El comunicado de la Superintendencia de la Industria y el Comercio de Colombia es claro sobre la investigación contra ChatGPT:
“[La organización], en su rol de autoridad nacional de Protección de Datos Personales, por iniciativa propia inició una investigación con el propósito de establecer si la aplicación ChatGPT, propiedad de la compañía OpenAI OpCo, LLC cumple con la regulación colombiana respecto de la protección de datos personales, la cual se encuentra establecida en la Ley Estatutaria 1581 de 2012”
El organismo también lanzó un llamado a los usuarios para usar con precaución el chatbot de OpenAI y, en general, cualquier otra plataforma basada en inteligencia artificial. Pidió tiempo para poder llegar a conclusiones certeras sobre el alcance y las posibles afectaciones contra los derechos de los consumidores.
“La Superintendencia de Industria y Comercio recomendó a los usuarios del servicio ChatGPT consultar la política de privacidad asociada a este servicio, que valoren la conveniencia de aportar datos personales y consultas que realicen, además de tomar con cautela la información que el servicio les suministra, mientras se surte el proceso administrativo que adelanta la autoridad”, mencionó.
Por ahora, no dio a conocer cuáles serán las medidas restrictivas o sanciones que se impondrán en caso de comprobar una vulneración a la ley vigente de Protección de Datos.
¿Vulnera ChatGPT las leyes de Protección de Datos?
Esta pregunta está sobre la mesa en las administraciones de varios países. La decisión más severa contra ChatGPT tuvo lugar en Italia, donde el regulador de datos determinó que OpenAI no tiene derecho legal de usar la información personal de los individuos. En consecuencia, el servicio se encuentra bloqueado en el territorio, a la espera de que la compañía provea respuestas satisfactorias ante la administración.
Posteriormente, llegaron las quejas de los creativos y los medios de comunicación. Miles de artistas, así como organizaciones dedicadas a la generación de contenido, acusaron a OpenAI de usar su trabajo sin permiso. En un comunicado de prensa a inicios de abril, el Comisionado Federal de Protección de Datos e Información (FDPIC) aceptó el potencial y las oportunidades abiertas con el uso de aplicaciones generativas como ChatGPT.
Sin embargo, el organismo también aceptó que estas tecnologías vienen acompañadas de riesgos para la privacidad y autodeterminación informativa. Por supuesto, esto no anula el bloqueo impuesto por el Garante per la proteziones die dati personali (GPDP). En ese documento de veto, acusó a OpenAI de no proporcionar información sobre la recolección de datos a los usuarios o sujetos, sin dejar de mencionar que estos datos se usaron de manera indiscriminada para el entrenamiento del chatbot
“…el procesamiento de los datos personales de los usuarios, incluidos los menores de edad, y de aquellos cuyos datos son utilizados por el servicio, en las circunstancias descritas anteriormente, viola los artículos 5,6,8,13 y 25 del GDPR [y, por o tanto, se requiere una prohibición temporal en Italia]”, determinó.
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