Los abogados laborales Luis Diez de Bonilla y Alfredo Kuri Monterrubio del despacho Diez de Bonilla Kuri y Asociados S.C., nos explican los posibles escenarios que se pueden presentar ante la futura reducción de la jornada laboral, como la prohibición de la reducción de los salarios por parte del patrón.
Con el inicio del período ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, la expectativa sobre la reforma para reducir la jornada laboral se reavivó. Un cambio de este tipo presenta diferentes escenarios para la operación de las empresas y aunque los salarios quedarían protegidos, no así los esquemas de bonos e incentivos.
“México tiene que ir con la tendencia global de las 40 horas de jornada laboral. Pero dentro de la Ley Federal del Trabajo se tiene contemplado el salario base, el cual no se puede disminuir pues es un derecho adquirido de los trabajadores. Al hacer la reducción de una jornada los empleadores no pueden reducir el sueldo.” Así lo explican Luis Diez de Bonilla y Alfredo Kuri Monterrubio.
De acuerdo con lo establecido en la Ley Federal del Trabajo (LFT), el salario es una de las condiciones laborales, como el espacio designado o las prestaciones mínimas, que no pueden ser alteradas unilateralmente por el patrón. La recomendación 116 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un instrumento que propone reducir la jornada laboral a una meta ideal de 40 horas por semana. Entre los puntos más básicos a considerar se puntualiza que el cambio debe ser gradual y sin disminuir salarios.
Aunque el salario base puede estar protegido, una reducción del límite legal del tiempo de trabajo podría afectar los ingresos de personas con esquemas de pago por hora o de comisiones.
Respecto a ello el abogado Luis Diez de Bonilla y Alfredo Kuri Monterrubio opinan lo siguiente: “En puestos de trabajo que tienen un esquema de pago por horas, reconocidos también en la LFT, sí podría verse una disminución en la remuneración, pero como resultado de un recorte en las horas máximas de trabajo que puede laborar una persona. Se trata de un reto importante para todas las empresas con este tipo de salarios, porque puede impactar temas colectivos y sindicatos. Los retos en este caso serían más enfocados en automatización de procesos y capacitación para incrementar productividad, pero no asociada al tiempo, sino a una mayor eficiencia de los procesos y a la formación de los trabajadores”.
En abril de este año, antes de finalizar el período ordinario de sesiones, en comisiones de la Cámara de Diputados se aprobó una reforma constitucional para establecer una jornada laboral de cinco días de trabajo por dos de descanso, lo que implicaría una reducción de 48 a 40 horas en el límite de horas de trabajo por semana.
La única certeza en el Congreso de la Unión es que el tema tendrá una discusión más fuerte en los próximos meses. La secretaria de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, reconoce que al tratarse de una reforma constitucional, su aprobación no es sencilla, pero tendría más posibilidades si se alcanza un acuerdo para su implementación gradual. El dictamen pendiente de discutirse en el pleno de la Cámara de Diputados no contempla un régimen de transición.
Desde la perspectiva de muchas empresas podrían comenzar a pactar menos horas de trabajo con sus empleados. Esto opinan los abogados Luis Diez de Bonilla y Alfredo Kuri: “Siempre se puede reducir en beneficio del trabajador, siempre y cuando no se vea afectado el salario del trabajador. Si lo quisieran hacer de manera anticipada y dar un paso a la vanguardia laboral, lo pueden hacer y dentro de la organización tendrán que revisar que las prestaciones y el salario integrado del trabajador no baje, porque se trata de una decisión de la empresa”.
La ola de cambios hacia mejores condiciones de trabajo impulsada por las nuevas generaciones de trabajadores genera un contexto ideal para discutir la reducción del tiempo de trabajo, pero la clave será la manera en la que se implemente la reforma, si será gradual y si habrá una diferencia entre industrias.
Y aunque existe la posibilidad de que las empresas reduzcan las horas de trabajo en acuerdo con sus colaboradores, también es una realidad que sin una reforma, esto no será algo generalizado en el mercado laboral. Pero el contexto económico actual y los cambios recientes requieren de hacer una reducción más gradual y menos fuerte, tomando en cuenta los diferentes momentos de las industrias y ver hasta qué punto aguantan las empresas un cambio como estos.
Agradecemos la información y su opinión a Luis Diez de Bonilla y Alfredo Kuri Monterrubio, abogados especializados en derecho laboral del despacho Diez de Bonilla Kuri y Asociados S.C.