Las personas debemos trabajar todos los días en nuestra salud física y mental; es una ley de vida si quieres alcanzar el verdadero bienestar. Todos los factores influyen para llegar a ese punto de equilibrio; sin embargo, en el camino existen muchas discusiones que vale la pena revisar. Esta vez, queremos centrarnos en el papel de la cirugía plástica dentro del debate de la búsqueda de la apariencia perfecta, la aceptación personal y el autoestima.
El problema en esta discusión se encuentra en la polarización y las posturas extremas. Con ello, queremos decir que adoptar un enfoque radical no ayuda a definir los aportes reales, las oportunidades y los riesgos de asentarse en un extremo de la balanza. De forma concreta, no llegaremos a nada defendiendo a capa y espada que la cirugía estética es la única vía para alcanzar la verdadera perfección, ni tampoco afirmando que estos procedimientos quirúrgicos desatan problemas de aceptación personal.
¿Qué es la cirugía plástica y por qué la eligen algunas personas?
Antes de explicar por qué acudir con un cirujano plástico no está peleado con el autoestima, vamos a definir los conceptos con claridad. De acuerdo con la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, la cirugía plástica se refiere a una “especialidad quirúrgica especializada en la corrección de todo proceso congénito, adquirido, tumoral o simplemente involutivo, que requiera reparación o reposición, o que afecte a la forma y/o función corporal”.
Una clasificación aceptada identifica dos variantes principales:
- Cirugía cosmética: Abarca los procedimientos estéticos como la blefaroplastia orientados a remodelar partes normales del cuerpo humano para mejorar la apariencia y el aspecto físico de una persona. Dado que este tipo de intervenciones no son urgentes o eliminan algún riesgo para la salud, no suelen estar cubiertas por el seguro.
- Cirugía plástica reconstructiva: Este tipo de cirugía se enfoca en corregir afecciones físicas causadas por algún evento particular como quemaduras, lesiones traumáticas, infecciones, cicatrices y enfermedades. También se emplea para atender anomalías congénitas o que surgen durante el desarrollo. Es frecuente que algunas cirugías plásticas reconstructivas entren en las coberturas del seguro.
¿Cuáles son los beneficios de la cirugía plástica para la aceptación personal?
La pregunta real en este punto es si es posible establecer una relación positiva entre la cirugía plástica y la aceptación personal. La respuesta corta es sí, no hay duda de ello ¡pero vamos un poco más lejos! De acuerdo con varios estudios de centros médicos, es imposible separar la influencia del aspecto físico en el bienestar mental y emocional.
La aceptación personal se refiere a la capacidad del ser humano para reconocer tanto sus fortalezas con sus debilidades o defectos. Se basa en la premisa de que ningún ser humano es perfecto, pero eso no debe inhibir el deseo de mejorar en todos los aspectos (incluyendo el físico). Por sí solo, este razonamiento derriba la idea de ver en la cirugía estética un medio para alcanzar la perfección, pero sí una alternativa para corregir algún rasgo o condición con el que no estamos conformes. En el caso de la cirugía estética reconstructiva, se aplican normas diferentes debido a que muchas de estas intervenciones son necesarias por temas de salud.
Si una cirugía de aumento de senos te va a acercar al aspecto físico que deseas, ¿por qué no realizarla? Esa es la postura que defienden los que están a favor de las intervenciones estéticas. Está comprobado que la mayoría de las personas que se someten a este tipo de procedimientos lo hacen para sentirse mejor con ellas mismas. El problema que alimenta el enfrentamiento de posturas es que no se ha medido de forma metodológica la mejora en el bienestar psicológico de las personas que se someten a una cirugía plástica a lo largo del tiempo.
En este momento, los estudios indican que la mayoría de los pacientes están satisfechos con los resultados de su cirugía, además de experimentar una mejoría en su aceptación personal. En las respuestas sobre el grado de satisfacción, muchos de ellos hablan del fortalecimiento de su autoestima, además de la superación de sentimientos de angustia y timidez.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía plástica para la aceptación personal?
De acuerdo con lo anterior, la cirugía plástica es una vía para acercarse a la apariencia física deseada. Finalmente, existen rasgos o condiciones que son imposibles de corregir si no es mediante una intervención de este tipo. El problema está en que muchas personas les conceden total prioridad a estos procedimientos quirúrgicos para su estabilidad emocional. Si bien la apariencia física es importante, hay otros factores que deben componer el bienestar mental y psicológico.
Por ejemplo, una ritidectomía te ayudará a corregir la flacidez y las arrugas del rostro causadas por el envejecimiento. Básicamente, consiste en la eliminación del exceso de piel y reafirmar los músculos de la cara para lograr una apariencia más joven. Un paciente puede someterse a este tratamiento bajo el argumento válido de que desea tener un aspecto jovial, pero sin perder naturalidad. Sin embargo, el enfoque es equivocado si el paciente encuentra en este tipo de cirugías una vía de escape para tratar de negar el envejecimiento.
Como puedes notar, el problema no está en la cirugía plástica, sino en los motivos que conducen a someterse a estos procedimientos. Aunque es un área que ha avanzado mucho en décadas recientes, todavía tiene limitaciones. Además, es importante que siempre realices esta clase de intervenciones en clínicas establecidas y bajo la asesoría de especialistas en el área médica.
El debate sobre la cirugía plástica como el punto de equilibrio entre la búsqueda de la perfección y la aceptación personal se resuelve mediante una reflexión profunda sobre las razones y las consecuencias que puede tener una intervención de este tipo, la búsqueda de ayuda profesional y apoyo emocional si se detecta un problema de autoestima, y la valoración de las oportunidades de la cirugía plástica, pero, al mismo tiempo, el reconocimiento de la diversidad corporal.