La primera semana de junio inauguró un periodo de crisis para la industria automotriz de Japón; al menos, lo será en el apartado reputacional. Y cuando eso ocurre, no hay manera en la que no golpee las ventas. Este lunes, estalló un escándalo tras descubrirse que varias marcas de autos japonesas falsificaron pruebas de seguridad para la certificación.
De acuerdo con información del Ministerio de Transporte de Japón, los fabricantes de coches que están involucrados son Toyota, Mazda, Honda, Suzuki y Yamaha. Son empresas de gran proyección no solo a nivel nacional, sino que también ocupan un espacio importante en el mercado global. El daño a la imagen está hecho y las disculpas no lo resolverán.
¿Cuáles son las claves del escándalo de las marcas de autos japonesas?
- Este caso involucra a fabricantes de gran tamaño en Japón. Las firmas automotrices más importantes del país incurrieron en el uso de datos falsos o manipulados para obtener la certificación de algunos de sus coches.
- El escándalo salió a la luz después de que la autoridad japonesa realizara una investigación gubernamental a fondo. Tras un análisis profundo, se encontró que las marcas usaron datos inadecuados o desactualizados en las pruebas de colisión, los tests de uso de inflado de airbags y daños en asientos traseros. También se falsificaron los datos en pruebas de potencia del motor.
- Como resultado de la investigación, la producción japonesa de modelos como los Toyota Corolla Fielder, Corolla Axio y Yaris Cross fue suspendida. Sin embargo, su fabricación en otros países no resultó afectada.
- Después de darse a conocer esta situación lamentable, las marcas de autos japonesas implicadas en el escándalo salieron a ofrecer una disculpa pública. Por ejemplo, el presidente de Toyota, Akio Toyoda, lamentó que su empresa haya incurrido en este comportamiento y reflexionó sobre la urgencia de revisar los procesos de certificación.
¿Qué más se sabe sobre el escándalo?
En un mensaje oficial, un vocero del gobierno de Japón llamado Yoshimasa Hayashi calificó el escándalo de las marcas de auto japonesas como lamentable. Claramente, este tipo de casos no solo afectan a los fabricantes de coches implicados, sino que también golpean uno de los pilares fundamentales de la economía asiática y una de sus banderas dentro del sector industrial.
El director ejecutivo de Toyota, Akio Toyoda, comentó:
“Nosotros realmente lo sentimos y nos disculpamos. No somos una compañía perfecta. Pero si nosotros vemos algo mal, daremos un paso atrás y trataremos de hacer lo correcto”
En el caso de Mazda, los modelos comprometidos son el Mazda Roaster y el Mazda 2. La empresa con sede en Hiroshima reportó certificaciones con la misma problemática. Dijo que un programa de control de motor inadecuado fue utilizado durante algunas pruebas. Algo similar pasó con Honda, quien admitió pruebas inadecuadas sobre los niveles de ruido y el torque de varios de sus modelos que ya no están en producción.
Los fabricantes, que ahora son señalados con fuerza en Japón, afirmaron que estos problemas no afectan la seguridad de los coches que actualmente se encuentran rodando sobre las carreteras y avenidas.
Nuestra reflexión: La falta de ética empresarial…en todos lados
En nuestra opinión, el escándalo de las marcas de autos japonesas nos deja las siguientes enseñanzas:
- En ocasiones, pensamos que las grandes empresas están ligadas a comportamientos éticos e infalibles. Sin embargo, no siempre es así. Las compañías deben ser transparentes en sus procesos de certificación y actuar de manera responsable ante los consumidores. La falsificación de datos es inaceptable y puede tener consecuencias realmente graves.
- Con el mismo entusiasmo que desean alcanzar sus metas de producción, las empresas de coches deben abordar la calidad de sus productos. Las pruebas rigurosas son esenciales para garantizar la seguridad de los vehículos. Incluso si los fabricantes aseguran que esto no afecta o pone en riesgo a los pasajeros de algunos modelos involucrados, el gobierno debe investigar y sancionar. ¿Por qué habríamos de creerles después de haberlos atrapado en la mentira?
- Los gobiernos, como el japonés, tienen que supervisar de cerca las prácticas de la industria automotriz. Esta labor es fundamental para mantener la integridad del mercado y brindarles certezas a los consumidores. No debe haber consideraciones, sin importar si se tratan de empresas que juegan un rol clave en la economía y la proyección del país en el exterior.
¿Qué piensas del escándalo de las marcas japonesas y la falsificación de las pruebas de seguridad? ¡Te leemos en redes y la zona de comentarios!