Cuando hablamos de Rimac, lo que viene a nuestra cabeza es la imagen del Nevera reventando récords a placer. Eso podría cambiar en poco tiempo, ya que la marca croata acaba de anunciar un nuevo negocio. Esta semana, Rimac anunció el lanzamiento de Verne, un servicio de robotaxis eléctricos y con sistemas de conducción autónoma.
Es imposible sentir curiosidad por esta nueva incursión de Rimac. En primera instancia, el negocio de la fabricación de superdeportivos eléctricos parece muy alejado de la industria del transporte privado de personas. ¿Qué movió al fabricante europeo a esos terrenos? ¿Cómo se reconfigura todo para entrar a competir en un sector tan diferente y competido?
¿Qué es Verne?
¿En qué consiste el servicio de robotaxis Verne de Rimac?
De acuerdo con Rimac, Verne es un servicio de robotaxis privado que entrará en funcionamiento en el año 2026. En este momento, el proyecto consta de tres elementos esenciales: el robotaxi eléctrico, la aplicación y la infraestructura.
La meta de Rimac es comenzar a operar Verne en Zagreb dentro de un periodo máximo de dos años. Tras liberar su flota de robotaxis en la ciudad croata, analizarán todos los datos y extraerán conclusiones. Posteriormente, comenzarán con su expansión a otras ciudades del continente. Los mercados prioritarios en esta primera etapa serán Reino Unido y Alemania. Ojo, también apuntan a Oriente Próximo.
Los primeros reportes señalan que Mate Rimac, fundador de la empresa, no estará al frente del servicio de robotaxis Verne. El CEO de la firma será Marko Pejkovic, quien está dedicando en este momento todas sus energías en el desarrollo de la nueva propuesta. En el marco del anuncio, el fundador de la empresa dijo lo siguiente:
“Queremos marcar la diferencia con nuestro enfoque holístico integrado, diseñado en torno a la mejor experiencia posible (…) El resultado final sería la mejor experiencia de movilidad posible para todos. Esto significa que cada cliente tendrá un servicio mejor que el mejor servicio de movilidad del que disfrutan los muy ricos, a través del servicio asequible para todos. Tendrá un conductor seguro y fiable, un vehículo con más espacio interior y comodidad que las mejores limusinas actuales, y un servicio que se adaptará a sus necesidades en todos los aspectos posibles”.
¿Cómo es el coche Verne?
El anuncio de Rimac sobre el servicio de robotaxis Verne puso la atención en el coche que se utilizará para el servicio. No te emociones, no será uno de sus superdeportivos. A diferencia de otras empresas que exploran en esas colinas, Verne tendrá un automóvil compacto con diseño futurista, el cual tendría capacidad para uno o dos pasajeros como máximo.
El robotaxi Verne está construido sobre una plataforma exclusivamente diseñada para soportar las tecnologías de la conducción autónoma. A fin de dotarle de esta capacidad, Rimac está trabajando hombro con hombro con MobilEye, compañía referente en este tipo de sistemas. El vehículo contará con tres sensores LiDAR para detección a larga distancia, seis para cubrir distancias más cortas y hasta 13 cámaras.
El tren motriz del robotaxi Verne tiene una potencia de 150 kW y estará alimentado por una batería LFP de 60 kWh. Esta última sería capaz de garantizar una autonomía de alrededor de 240 km por carga completa, suficiente para cubrir numerosos viajes urbanos dentro de las ciudades europeas. Rimac puso especial énfasis en la gestión de costos al no considerar baterías más grandes e innecesarias.
En el interior, todavía no hay mucho que decir. Sabemos que cuenta con una pantalla táctil central de gran tamaño. Por supuesto, no se considera la presencia de volante y pedales, ya que estamos hablando de un servicio de transporte eléctrico basado en conducción autónoma.
Uno de los aspectos llamativos es la infraestructura especializada de Verne llamada “nave nodriza”. Este lugar será una especie de centro donde viajará cada robotaxi de la empresa al menos una vez al día para su limpieza y reabastecimiento de energía.
El usuario que quiera utilizar un robotaxi Verne podrá pedirlo a través de una aplicación en el momento. Asimismo, tendrá la opción de programar su viaje con suficiente anticipación. De igual manera, el servicio buscará personalizar la experiencia al darle la opción al pasajero de ajustar algunos detalles interiores para el confort como la iluminación, la climatización y hasta los aromas.
Conclusión: Lo que debemos aprender del servicio Verne
Estas son algunas ideas que debes llevarte del caso de Rimac y su incursión a la industria de los robotaxis con Verne.
- Diversificación de riesgos: El ingreso a un nuevo mercado como el de los robotaxis hará que Rimac reduzca su dependencia de la fabricación y venta de superdeportivos. Este último sector puede ser más volátil y estar sujeto a fluctuaciones. De esta forma, distribuye mejor el riesgo a través de diferentes líneas de negocio.
- Aprovechamiento de las sinergias tecnológicas: Desde siempre, sabemos que Rimac es una empresa de vanguardia tecnológica. Todas las compañías de la industria automotriz lo quieren de socio. El fabricante croata puede aprovechar sus capacidades existentes y tecnologías para explotar un nuevo mercado, el cual luce muy lucrativo y redituable.
- Un futuro prometedor: El mercado de los robotaxis tiene un enorme potencial de crecimiento a medida que las ciudades buscan soluciones más sostenibles y eficientes. Rimac podrá llegar a nuevos clientes y segmentos más allá de los entusiastas de los coches deportivos.
¿Qué opinas de la jugada de Rimac de lanzar un servicio de robotaxis autónomos llamado Verne? ¡Esto es lo que debes saber!