- Volvo se abre a la posibilidad de seguir vendiendo coches híbridos para 2030. Si esto se materializa, la empresa faltará a su objetivo público de convertirse en una marca 100% eléctrica para finales de la década.
- Uno de los motivos por los que Volvo ajustó sus planes en el mediano plazo es la desaceleración en la venta de los coches eléctricos en varias regiones del mundo. La dinámica actual apunta a que la transición no será tan agresiva y podría tardar más de lo esperado.
- La decisión de Volvo de dar marcha atrás, o cuando menos contemplar esta posibilidad, exhibe la volatilidad de los escenarios dentro de la industria automotriz.
Hace un par de años, la mayor parte de las marcas anunciaron sus planes de electrificación. Algunos fabricantes confirmaron estrategias ambiciosas, otros fueron más mesurados. En el caso de Volvo, la marca fijó como meta ser 100% eléctrica para 2030, pero hay señales de inviabilidad. La propia compañía informó que los coches híbridos podrían sobrevivir en su catálogo para después de ese año.
Hay que recordar que Volvo fue una de las primeras marcas en comprometerse con tener una alineación 100% eléctrica para el inicio de la próxima década. La compañía de origen sueco advirtió que eso incluía dejar de producir cualquier coche de combustión interna o vehículos que llevaran un propulsor de este tipo. Volvo aclaró que eso incluía a cualquier tipo de automóvil con hibridación.
Todavía el año pasado, el director comercial de Volvo, Bjorn Annwall, aseguró que no habría cambios de planes. El ejecutivo recalcó que la marca transitaría hacia la movilidad 100% eléctrica. Quizá no debió haber soltado tanto la lengua, ya que en esas fechas ya se experimentaba la agitación en el mercado de los eléctricos y la caída del entusiasmo en regiones clave.
¿Por qué Volvo mantendrá los coches híbridos después de 2030?
Las condiciones del mercado y la industria automotriz cambiaron de forma importante en los últimos meses. La demanda de los vehículos 100% eléctricos ha sido desigual y volátil, sobre todo, para las marcas de Occidente que buscan ganar protagonismo en China. Asimismo, hay sombras que se posan sobre mercados clave como Estados Unidos, en medio de un clima electoral tenso.
Existen diversas razones por las cuales Volvo mantiene sobre la mesa a los coches híbridos tras el plazo establecido. Es importante subrayar que la firma mantiene el compromiso de transitar a los autos eléctricos en su totalidad, pero solo pasará si existen las condiciones adecuadas. La desaceleración de la demanda de EVs en mercados como Estados Unidos es un factor que no se puede ignorar.
Asimismo, los proyectos de infraestructura para la carga de coches eléctricos están retrasados en muchos lugares. La posible victoria de Donald Trump en la potencia norteamericana añade una capa de incertidumbre. Esto se debe a que el aspirante republicano a la Casa Blanca piensa colocar aranceles a ciertos coches asociados con la producción en China para resguardar a la industria automotriz local.
Durante una webcast para inversores, el CEO de Volvo, Jim Rowan, dijo que él es un gran impulsor de la propulsión eléctrica. No duda un solo segundo en afirmar que es el siguiente paso para la movilidad. Sin embargo, aceptó que está tomando más tiempo de lo esperado construir los puentes para la transición. En ese escenario, los coches híbridos juegan un rol clave.
“Los autos híbridos son un puente sólido para nuestros clientes que no están listos para mudarse a la electrificación total (…) nuestros híbridos enchufables y híbridos se mantienen fuertes y son populares entre nuestra comunidad, y nosotros seguiremos invirtiendo en esta alineación”.
¿Por qué hay una desaceleración en las ventas de los coches eléctricos?
Existen diferentes motivos que explican la desaceleración en la venta de coches eléctricos alrededor del mundo. En primer lugar, están aumentando las preocupaciones acerca del capital y los costos alrededor de los autos EV nuevos. En contraparte, los precios de los vehículos 100% eléctricos usados o de segunda mano están cayendo de manera drástica en los últimos meses.
Como mencionamos previamente, la celebración de elecciones en mercados clave durante este año generan incertidumbre. Los directores ejecutivos de las automotrices creen que podría haber cambios en las políticas gubernamentales, lo cual impactaría de forma significativa el costo y la dinámica dentro de la industria de los EVs.
De igual manera, existe una marcada escasez de estaciones de carga rápida en muchos países. Es un problema real que deberá abordarse con mayor esfuerzo y dinero, ya que es la única manera de solucionar las dudas y preocupaciones de los consumidores sobre la autonomía. En la actualidad, todavía hay muchos compradores potenciales que no adquieren un coche eléctrico por la falta de infraestructura y estaciones en su lugar de residencia.
Reflexión Editorial: Promesas y nada más
En la industria automotriz, es muy común que los fabricantes cambien o ajusten sus planes a largo plazo. La decisión de Volvo de mantener los coches híbridos después de 2030 tiene mucha lógica. En primer lugar, la dinámica actual y la transición ralentizada hacia la movilidad 100% eléctrica empujan en esa dirección. Por otro lado, su catálogo de autos híbridos es uno de los más pretendidos y sólidos dentro de ese segmento.
La industria automotriz se enfrenta a un dilema: avanzar rápidamente hacia las expectativas de electrificación o reconocer las limitaciones actuales y ajustar las expectativas. Es indispensable encontrar un equilibrio para poder sortear las aguas que cambian de intensidad, incluso, por un proceso electoral.