El trabajo tiene el enorme poder de afectar tu calidad de vida, tanto para bien como para mal. ¿Has convivido con personas constantemente estresadas y de mal humor por su rutina profesional? Sí, lo sabemos, es pan de todos los días. Tú mismo has de enfrentar dilemas continuos y problemas relacionados con tu vida laboral. Surgen dudas sobre cambiar de empleo o aguantar un poco más, así como problemas con compañeros que agregan estrés a tu tiempo en la oficina. Créelo, muchos hemos estado allí.
Antes de tomar cualquier decisión, mi sugerencia es que tengas una visión integral sobre la calidad de tu actual empleo. ¿Estás en un buen trabajo? Realmente, ¿te conviene buscar en otro lado? Aunque estamos a favor siempre de expandir los horizontes, debemos ser conscientes del riesgo que conlleva tomar una decisión profesional. Las cosas pueden salir de forma estupenda o de manera desastrosa. Creo que una de las primeras preguntas que debes responder es la siguiente: “¿Estoy en un buen trabajo?”.
A menudo, la gente que tiene un problema en la oficina o vive una situación complicada, la cual parece no tener solución, ya está considerando dejar el empleo. Del otro lado, están las personas que se encuentran tan acostumbradas a vicios y un ecosistema laboral deficiente que piensan que es algo natural. No se trata de renunciar a la primera, pero tampoco de quedarse en un lugar que no te llevará a ningún lado y que te sumerge a diario en un estado completo de apatía y frustración.
A continuación, vamos a presentarte los diversos factores que debes considerar para saber si estás en un buen trabajo o no.
Compensación y beneficios

Salario justo
El salario justo o digno es un derecho fundamental. No olvides eso. Desafortunadamente, las deficiencias salariales en muchos países demuestran que pocos gobiernos y empresas se lo toman en serio.
El concepto de salario digno se refiere a una compensación adecuada por el trabajo realizado de una persona. Para establecerlo, se toman en cuenta diversos elementos, desde las estipulaciones legales hasta factores como la formación académica, la experiencia, las habilidades y el tiempo dedicado a la actividad profesional. El salario debe ayudarte parcial o totalmente a cubrir tus necesidades, tales como las de alimentación, vivienda, salud, educación y ahorro.
¿Consideras que tu salario es justo? ¿Te sientes conforme con la remuneración económica? Ojo, no estoy preguntando si quisieras ganar más dinero; evidentemente, todos responderíamos de manera afirmativa a esa pregunta. El salario justo es aquel que genera conformidad en el empleado, pero que también es equitativo en relación con el mercado. Un salario digno también ayuda a consolidar el sentido de justicia dentro del entorno laboral.
Beneficios adicionales
Un buen trabajo no se limita a la paga salarial de sus empleados. En cambio, considera beneficios adicionales que impactan en su calidad de vida y que ayudan a generar un mayor bienestar personal. Los beneficios adicionales básicos que deberías tener en mente son:
- Seguro médico
- Vacaciones y días libres
- Planes de jubilación
- Bonos y comisiones
- Capacitación constante
- Vales de despensa
- Entradas o boletos para entretenimento
- Descuentos y ofertas especiales
Equilibrio entre trabajo y vida personal

Carga de trabajo adecuada
Un buen trabajo no abusa ni satura a sus empleados de tareas. Este concepto alude a la cantidad de asignaciones que un empleado debe manejar dentro de un periodo determinado. Las tareas deben ser coherentes y estar justificadas, a fin de que el trabajador pueda cumplir con ellas de manera eficiente sin sentirse abrumado y sin invadir sus horarios fuera de oficina.
¿Te quejas constantemente de la carga de trabajo? Aquí hay señales o síntomas que pueden ayudarte a detectar tal situación.
Estrés y agotamiento: La carga de trabajo excesiva suele llevar a los trabajadores a un estado de estrés constante, agotamiento extremo y problemas de salud mental. Incluso, puedes tener problemas para dormir o para alimentarte a tus horas debido a la preocupación latente de que no te dará tiempo sacar adelante los pendientes.
Baja productividad: La sobrecarga de trabajo afecta la productividad, y eso es algo que los directivos o líderes de equipo deberían tener en cuenta. Asimismo, impacta en la calidad del trabajo realizado, ya que existe la sensación de una constante carrera contra el tiempo.
Desmotivación: La consecuencia más frecuente de la sobrecarga en términos laborales es la incapacidad para cumplir con los plazos o las expectativas irreales de los proyectos. Eso suele conducir hacia la desmotivación y una caída de la satisfacción laboral.
Respeto a horarios
Las empresas que son lugares óptimos para trabajar le dan importancia al equilibrio entre la vida laboral y profesional de su equipo de colaboradores. Un principio básico, que muchas compañías no respetan en la actualidad, es la de ajustarse a horarios de trabajo establecidos. Es importante que tengas tiempo para hacer otras actividades, tales como dedicar tiempo a la familia y amigos. Asimismo, debes tener ventanas de tiempo considerables para tus hobbies, practicar ejercicio y, sobre todo, descansar adecuadamente.
Un buen trabajo que adopta esta filosofía promueve simultáneamente una mejor gestión del tiempo, lo que trae beneficios a dos bandas. Por un lado, el empleado tiene una mayor satisfacción y motivación, mientras que la organización saca provecho del enfoque y una productividad superiores durante los horarios laborales.
¿No puedes planear actividades fuera de oficina porque no tienes garantía de que respetarán tu tiempo libre? Esa es una alerta roja. Otras señales comunes son las de tener que contestar las apps de mensajería incluso a horas irracionales, así como llevarse trabajo a casa para laborar durante horas que, en la mayoría de los casos, no serán remuneradas como tiempo extra.
Estabilidad laboral

Seguridad a largo plazo que permite planear
La estabilidad a largo plazo es fundamental dentro de un empleo, ya que está asociada a la seguridad financiera. Un ingreso predecible durante cierto tiempo asegura un flujo de ingresos constante, un aspecto clave para la organización financiera personal y familiar. ¿Por qué es tan importante? Solo piensa la dificultad de planear el pago de un alquiler, un crédito o una hipoteca sin la seguridad de un ingreso a lo largo del tiempo.
Desafortunadamente, vivimos en la época de los contratos cortos y el apogeo de los freelances, lo que termina por darle facilidades a las empresas para acabar con una relación laboral de la noche a la mañana o con pocos días de margen.
Un ingreso estable a largo plazo brinda mayor margen para el ahorro, la inversión y hasta para planificar la jubilación.
Perspectivas de crecimiento
Incluso si tienes un trabajo estable, nunca debes olvidarte de seguir construyendo tu carrera laboral. El concepto de desarrollo profesional se define como un proceso de crecimiento continuo en habilidades, conocimientos y competencias.
Un buen trabajo o las empresas responsables con sus colaboradores se preocupan por satisfacer esta necesidad. Los trabajadores deben aumentar su valor dentro de una organización, a través de la formación constante, el enfrenamiento de nuevos desafíos, etc.
La perspectiva de crecimiento debe incrustarse en la filosofía de la empresa. Una de las manifestaciones evidentes de ello es el plan de carrera profesional. Se trata de una herramienta estratégica que facilita a las compañías y los empleados gestionar el desarrollo profesional de las personas dentro de la organización, abarcando objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Si no tienes un plan de carrera dentro de tu lugar de trabajo….mmmm, eso dice mucho del compromiso de la compañía con los trabajadores. Desde una perspectiva puramente empresarial, un plan de carrera permite evaluar las necesidades futuras de talento, preparando a los trabajadores para asumir roles de mayor complejidad en el futuro. La perspectiva de desarrollo asegura el progreso, el aprendizaje constante y la satisfacción laboral.
Los objetivos de poner en marcha planes de carrera profesional son facilitar la retención de talento, potenciar el crecimiento profesional, alinear las metas personales y organizacionales, reforzar las competencias, y preparar a la organización para los desafíos del futuro. Los elementos que los componen suelen ser evaluaciones, definición clara de objetivos, rutas de desarrollo, mentorías, estrategias de motivación, etc.
Ambiente laboral

Cultura empresarial saludable
Existen lugares donde trabajar se vuelve una pesadilla hasta por el aire que se respira dentro de las oficinas. Muchos de nosotros hemos estado en ese sitio, organizaciones donde la grilla, el bullying o el acoso laboral son las prácticas más frecuentes. En esos momentos, es cuando valoras enormemente la importancia de la cultura empresarial.
El concepto apela a la “personalidad” de la empresa, la cual está definida por sus valores, procesos, conocimientos, técnicas, actitudes y políticas. Este cúmulo de elementos son los que forjan la identidad de la organización, afectando toda la dinámica laboral que se da tanto dentro como fuera de las oficinas. Actúa como la fuerza orientadora de la toma de decisiones internas, impactando de forma notable en los comportamientos y las relaciones del personal.
Entre los rasgos de un buen trabajo o una compañía con una cultura empresarial adecuada se encuentran:
- Comunicación abierta: La información fluye de manera ágil y óptima en todos los niveles. Los directivos promueven un entorno donde los trabajadores pueden dar retroalimentación de manera efectiva.
- Valores compartidos: La misión y la visión están bien definidas, además de ser claras. La empresa trata de conducirse de manera ética en todas las decisiones empresariales.
- Sistema de reconocimiento y recompensas: Existe una metodología para reconocer y celebrar tanto logros individuales como de equipo, así como programas de incentivos para premiar el buen desempeño.
- Desarrollo profesional: Un buen trabajo cuenta con sistemas de capacitación continua, además de planes de carrera.
- Equilibrio profesional y personal: Las empresas con una buena cultura empresarial fomentan la flexibilidad laboral y el bienestar de sus colaboradores. Esto puede verse con horarios flexibles, respeto al tiempo libre de los trabajadores y programas de bienestar para mejorar la salud física y mental.
- Liderazgo inspirador: Los líderes son vistos como figuras de autoridad, pero eso no significa que no sean accesibles. En un buen trabajo, están dispuestos a escuchar sugerencias y preocupaciones de los empleados.
- Innovación y creatividad: Una cultura empresarial adecuada promueve un ambiente donde todos se sienten cómodos compartiendo ideas y proponiendo mejoras.
Relaciones cordiales con compañeros y directivos
El bienestar de un empleado en la oficina o su lugar de trabajo también está afectado por la calidad de las relaciones con directivos y colegas. El entorno laboral debe ser saludable.
Si estás evaluando tu actual empleo, existen diversos síntomas que exhiben las deficiencias en este apartado. Es frecuente ver centros de trabajo con problemas de falta de comunicación, así como un exceso de circulación de rumores y grilla en los pasillos. De igual manera, existe un aumento del estrés y la ansiedad, desmotivación, tensión y conflictos frecuentes entre compañeros o los diferentes departamentos.
Pon atención en la alta rotación de personal, es decir, empleados que dejan la empresa en periodos muy cortos. Otro problema es la falta de colaboración entre equipos, ya que los conflictos suelen dividir y acentúan el trabajo aislado. Al final del día, esto es perjudicial para desempeñarse de forma adecuada y afecta la productividad.
Retroalimentación respetuosa y constructiva
Las organizaciones mejor valoradas para trabajar a nivel mundial adoptan una filosofía que promueve la retroalimentación. Esta orientación garantiza que los comentarios constructivos circulen de manera continua y no solo durante las evaluaciones de rendimiento o clima organizacional. Un buen trabajo tiene como principio la retroalimentación inmediata, es decir, poco después de que ocurra un evento o comportamiento relevante.
Analiza si la retroalimentación dentro de tu empresa u organización es constructiva o no. Para ello, responde a la pregunta ¿la retroalimentación tiene como objetivo ayudar al empleado a mejorar o solo señala los errores de los trabajadores? ¿Los señalamientos se realizan incluyendo elogios o están saturados de críticas que solo intenta humillar a los empleados?
Una organización que instala una retroalimentación bidireccional es un buen sitio para trabajar (claramente, si cumple con los demás puntos). Esto quiere decir que la comunicación destaca por la escucha activa y el involucramiento del empleado, dándole libertad para que exprese sus pensamientos, sentimientos y opiniones.
Satisfacción personal

Interés y gusto personal
Un trabajo es un trabajo, pero tampoco tiene que ser un martirio o sufrimiento. El interés en tu actividad profesional influye en la motivación, la satisfacción laboral y el rendimiento. Evalúa tu empleo desde la conexión emocional que tienes con las actividades que desempeñas. Si disfrutas lo que haces, piensa dos veces antes de cambiar a otro trabajo por razones estrictamente monetarias. La balanza debe estar bien compensada para no cargar con arrepentimientos.
El interés en el trabajo está asociado normalmente a desafíos atractivos, autonomía en la toma de decisiones y reconocimiento oportuno. Los beneficios de una persona que gusta de ir a la oficina son evidentes porque existe un aumento en la productividad, una mayor atención en los detalles, un sentimiento de pertenencia y un ambiente abierto a la colaboración.
Realmente, ¿disfrutas las actividades que realizas en tu lugar de trabajo? Aunque no es el común denominador en la sociedad actual, sí existen personas que aman su rutina profesional. Esperamos que seas una de ellas.