El Papa Francisco se sumó a la lista de los que lamentaron la terrible situación en la Amazonia, donde letales incendios están consumiendo parte del llamado pulmón del mundo.
El Papa Francisco dijo estar muy preocupado por lo que ocurre en la Amazonia, una región conocida por muchos como el pulmón del mundo. Este mote está justificado porque las selvas que la componen se encargan de proporcionar 20% de todo el oxígeno de la atmósfera terrestre. A ese grado su importancia para la propia supervivencia del hombre.
Después de haber rezado en Ángelus, el Papa exhortó a todos los involucrados a aumentar los esfuerzos para que se pueda poner fin a los terribles incendios.
“Ese pulmón forestal es vital para nuestro planeta”, indicó.
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Dentro del discurso del Papa Francisco, la ecología siempre ha tenido un lugar especial. Por ejemplo, el próximo mes de octubre celebrará un Sínodo en Roma con obispos para abordar, precisamente, los problemas de la Amazonia. Hace dos años informó que existe interés para la evangelización en zonas marginadas y comunidades indígenas, las cuales se encuentran olvidadas por lo que llamó “la crisis de la selva amazónica”.
En contra de este “foro” se han pronunciado algunas personalidades y figuras del poder; entre ellas, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Con numerosas acciones y palabras, el mandatario sudamericano ha reiterado su desinterés en proteger la Amazonia con políticas ambientales efectivas.
“Nos quieren robar la Amazonia (…) Están tratando de crear nuevos dentro del territorio brasileño”, comentó el pasado mes de junio.
La denuncia del Papa Francisco
Y es que el documento de base para el Sínodo, el cual estará encabezado por el Papa Francisco, habla directamente de la deforestación del Amazonas.
“Hoy en día la Iglesia tiene la oportunidad histórica de diferenciarse netamente de las nuevas potencias colonizadoras escuchando a los pueblos amazónicos para poder ejercer con transparencia su rol profético (…) el clamor provocado por la deforestación y la destrucción extractivista reclama una conversación ecológicas integral”, agregó.
La denuncia no termina ahí, sino que va más lejos, algo que todavía agravó más la molestia del gobierno de Jair Bolsonaro.
“…el cambio climático y el aumento de la intervención humana están conduciendo a la Amazonía hacia un punto de no retorno con altas tasas de deforestación, desplazamiento forzado de la población y contaminación, poniendo en riesgo sus ecosistemas y ejerciendo presión sobre las culturales locales”, añade.
Con información de El País