El gobierno de China decidió cerrar sus fronteras tras haber superado la crisis del coronavirus, ante el temor de que haya nuevos brotes.
China superó la crisis del coronavirus y suma jornadas enteras sin registrar casos nuevos de contagio. Tras una serie de medidas radicales, efectivas y polémicas, las autoridades del gigante asiático lograron evitar que el patógeno cobrara más vidas en su territorio. En estos momentos, el epicentro de la pandemia es Europa, pero las cosas se complican cada minuto en Estados Unidos y otros países de los 5 continentes.
Después de frenar la propagación del coronavirus, China anunció que cerrará sus fronteras a los extranjeros. No dejará pasar a nadie ante el riesgo de que sean portadores del patógeno y vuelva a enfrentarse una situación de caos. Por ello, la gran potencia asiática bloqueará el ingreso de todos los ciudadanos de otros países.
China desea evitar nuevos brotes de coronavirus
En un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China anunció que las fronteras se mantendrán cerradas temporalmente porque el coronavirus todavía es una amenaza de salud pública. Advirtió que no se dejará pasar a nadie, incluso a aquellos extranjeros que tengan visados y permisos de residencia.
“En vista de la rápida propagación del coronavirus en todo el mundo, China suspenderá de forma temporal la entrada en el país de ciudadanos extranjeros con visas o permisos de residencia válidos en el momento de este anuncio. La medida entra en vigor a la medianoche del 28 de marzo”, dio a conocer la institución gubernamental.
De acuerdo con los especialistas de la principal potencia de Asia, la amenaza sigue latente debido a la expansión del Covid-19 por todo el planeta. Los expertos recordaron que existen varios países que atraviesan por las fases iniciales o las de mayor propagación. Si las fronteras siguen abiertas, existe la posibilidad de que China vuelva a sufrir algún brote de coronavirus. De igual manera, pasará que algunas personas intenten viajar a su territorio a sabiendas de que la situación está controlada.
“China se mantendrá en estrecho contacto con todas las partes y manejará adecuadamente los intercambios de personal con el resto del mundo en circunstancias especiales. Las medidas se calibrarán a la luz de la evolución de la crisis y se anunciarán en consecuencia”, añade el texto.
Una decisión justificada
La decisión de cerrar sus fronteras generó un debate en redes sociales. Sin embargo, la estrategia de las autoridades parece la correcta, especialmente, porque se alcanzó un récord de casos importados. En las últimas horas, China no registró ningún nuevo caso de contagio local, mientras que el número de infectados de coronavirus procedentes de otros países llegó a 67.
En días anteriores, el gobierno anunció que se desviarían todos los vuelos con destino a Pekín. La capital del país es donde se concentran estos casos importados, por lo que es vital alejar la amenaza del coronavirus de la gran urbe. Además, todos los extranjeros fueron obligados a ponerse en aislamiento total durante 14 días en diferentes hoteles, algo similar a lo que ocurre en metrópolis como Shanghái.
Alrededor de 3 meses pasaron desde el brote para que China lograra controlar la situación. La potencia asiática demostró su eficiencia para encarar una crisis sanitaria de alto impacto. Ahora toca a Europa exhibir su capacidad de respuesta, así como a Estados Unidos. En la medida en la que la vida vuelva a la normalidad en las potencias mundiales, la economía se sentirá aliviada y llegarán nuevos aires de esperanza para países subdesarrollados.
Referencias: hotelstur.com