Como otras empresas automotrices, Ford ejecuta diferentes líneas de acción para enfrentar la pandemia del coronavirus.
Ford es uno de los fabricantes de autos que se sumó a la lucha activa contra el coronavirus. A pesar del cierre de algunas de sus instalaciones, la firma del óvalo busca apoyar a las instituciones de salud para hacer frente a la pandemia. Su filosofía innovadora y las alianzas estratégicas le han servido para desarrollar proyectos de alto impacto ante la contingencia.
El que más llama la atención es resultado de su cooperación con 3M y GE Healthcare. Ford está utilizando los ventiladores que se montan en los asientos de la Ford F-150 para la fabricación de respiradores eléctricos. Estos componentes se ensamblan a una batería de taladro, filtros de aire y mangueras de aspiradores, a fin de crear los equipos fundamentales para atender los casos graves de neumonía.
Ford encara al coronavirus como en los años de guerra
Ford es una de las empresas que está acostumbrada a escenarios de crisis. A lo largo de su historia, la marca ha exhibido una gran capacidad de adaptación y respuesta ante situaciones desafiantes. Así pasó en los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando la empresa tuvo que fabricar camionetas Jeep para el Ejército. Recordemos que el mismo origen del Mustang en un breve lapso.
En estos momentos, Ford tiene un margen de respuesta muy corto, pero la cooperación con otros actores clave le da mayor impulso en su lucha contra el coronavirus. La fabricación de los respiradores purificadores que ensamblan de manera conjunta ataca uno de los problemas más graves de la pandemia: la escasez de equipamiento. Es sabido que la mayoría de los países afectados por el patógeno tendrá que lidiar con la falta de estos aparatos.
Se trata de un respirador motorizado, el cual se encarga de suministrar aire puro a los pacientes que tienen severos problemas respiratorios. Los enfermos se colocan una especie de mascarilla, mediante la cual reciben aire en perfectas condiciones tras un proceso previo de filtración. Debido a su costo elevado, su fabricación en masa resulta casi imposible.
En el caso particular de Ford, la marca está utilizando los ventiladores que se emplean para refrigerar los asientos de su pick-up histórica. Junto con otros componentes, se colocan en un tipo de empaque diseñado a contra reloj e impreso con tecnología 3D. De igual forma, está diseñado para montarse sobre un arnés, por lo que las personas pueden cargarlo como si se tratara de una mochila. Además del reciclaje de estas piezas, también se emplean las mangueras que llevan las aspiradoras y diferentes accesorios para las piscinas.
El equipamiento médico es la prioridad
Ford está desarrollando protectores transparentes para el rostro. En lugar de los tradicionales cubrebocas, la compañía espera que doctores y personal de primeros auxilios lleven protegido toda la cara. Tiene mucha lógica si recordamos que el coronavirus también puede infectar a una persona a través del contacto ocular.
Los primeros protectores para el rostro de los médicos y trabajadores de la salud serán entregados esta misma semana a los hospitales de Detroit Mercy, Henry Ford Health Systems y Detroit Medical Center Sinai-Grace. Sin embargo, la idea es producir más de 100,000 a la semana, todos ellos fabricados en la filial de Ford Troy and Manufacturing localizada en Plymouth, Michigan.
En el caso de China, Ford apoyó con la donación de 10 camionetas Transit debidamente equipadas para los hospitales de Wuhan, donde inició el brote del coronavirus que ha desatado una crisis sanitaria y económica en todo el planeta.
Referencias: automotores-rev.com