La guerra del petróleo entre Rusia y Arabia Saudí sigue su curso, un problema que se suma al caos generado por la crisis sanitaria.
La contingencia desatada por el coronavirus dio pasó a una caída brutal de la demanda de petróleo, una crisis que se agravó por el conflicto entre 2 gigantes del sector como Rusia y Arabia Saudita. Los líderes de la Organización de Países Exportadores del Petróleo y sus aliados continúan en su disputa interna, sin dar su brazo a torcer para ajustar los niveles de producción a la realidad actual.
Los productores cuentan con cantidades gigantescas de petróleo sin la posibilidad de colocarlas en el mercado internacional. Ante tal situación, decidieron contratar los servicios de superbarcos con almacenes flotantes para guardar los millones de barriles de crudo. A la espera del mejor postor, los países pagan miles de dólares al día por los servicios de estos grandes buques.
¿Dónde guardar todo el excedente de petróleo?
Bloomberg reportó que los países vendedores de petróleo están buscando la mejor forma de lidiar con la crisis energética. Una de las decisiones estratégicas fue utilizar los servicios de las flotas de superbarcos para guardar millones de barriles. Estas embarcaciones se cargan diariamente con todo el petróleo que no encuentra salida en el mercado mundial.
Asimismo, empresas como Glencore Plc también están adquiriendo los servicios de estos superbarcos para almacenar petróleo. Sin embargo, la situación de las firmas comercializadoras de productos básicos es considerablemente mejor. Incluso aunque la renta de estos almacenes marítimos es muy costosa, las proyecciones para el mediano plazo valen el esfuerzo.
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Solo para tener una idea, se estima que la renta de estos barcos petroleros rondaba alrededor de los 18,000 dólares por día previo a la pandemia. Sin embargo, el costo se disparó hasta los 400,000 dólares por jornada. ¿Por qué algunos comerciantes están comprando este petróleo para colocarlo en embarcaciones?
Estas empresas están jugando con el mercado de futuros, comprando a precios bajos para venderlo inmediatamente a un precio superior. Si bien el costo del barril se encuentra por los suelos en la actualidad, el mercado estará dispuesto a pagar una cifra considerablemente superior dentro de medio año. Esta diferencia de precios dejará redituables ganancias y proyecta una oportunidad significativa en materia de rentabilidad.
“En estos momentos, hay petróleo por todos los océanos del mundo. Ahí es donde se almacena, nunca habíamos visto algo así”, comentó hace algunos días el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Si las previsiones de Marco Dunand son ciertas, alrededor de 250 millones de barriles de petróleo y otros productos refinados se encuentran en los mares, reflejando las particularidades de esta crisis energética.
El desplome del precio del petróleo
La incertidumbre generada por el coronavirus y las medidas adoptadas por los gobiernos para hacerle frente ocasionaron que las bolsas se fueran a pique. Con ellas, se desplomaron los precios de las materiales primeras. En el caso particular del petróleo, el precio por barril de petróleo se desplomó alrededor de 57% en esta crisis energética.
Bajo el escenario actual, el gas natural es el combustible menos afectado con una caída de 20%. En días anteriores, el precio por barril ha llegado a estar por debajo de los 20 dólares, es decir, cifras que no se manejaban desde hace aproximadamente 2 décadas.
Entre las principales causas de la crisis del petróleo, se encuentran el conflicto abierto entre Rusia y Arabia Saudita, el avance de la producción estadounidense, la caída de la demanda derivada de la pandemia mundial y el exceso de oferta.
Referencias: economiapedia.com
