Nuevas investigaciones revelan que esta proteína estaría ligada al diagnóstico y el tratamiento efectivo de los casos de depresión.
Un grupo de científicos halló que una proteína estructural podría estar ligada a los problemas de depresión. El exceso o carencia de ella en el cerebro de las personas sería fundamental para el diagnóstico y posterior tratamiento de este padecimiento. Se trata de la tubulina, una proteína estructural que tendría enorme influencia en una problemática de salud sobre la que todavía existen muchos mitos.
Aunque la atención de la comunidad científica está orientada en estos momentos hacia el coronavirus, esto no impide que algunos expertos continúen sus trabajos sobre otras enfermedades. Además, los casos de depresión podrían ser aún mayores en esta clase de escenarios, ya que muchas personas podrían tener afectaciones de este tipo como respuesta a las medidas de confinamiento.
Tubulina, la proteína ligada a la depresión
De acuerdo con el estudio publicado en JNeurosci, la proteína tubulina podría ser la clave para sacar adelante tratamientos efectivos contra la depresión. Esto se debe a que dicha proteína se encarga de darle estructura a las células, sumado a que forma parte de algunos procesos clave para el bienestar humano.
El problema reside en que una forma modificada de la tubulina define el anclaje de la proteína Gαs dentro de las estructuras lipídicas que se encuentran en la membrana celular. En caso de haber una alteración en su funcionamiento, habría una comunicación deficiente e intercambio obstruido de mensajes. Concretamente, la proteína Gαs limitaría la producción de cAMP, que es una molécula fundamental para el envío rápido de información a nivel cerebral.
Para comprobar su hipótesis, los científicos decidieron comparar la cantidad de la proteína tubulina entre personas sanas y quienes tenían una clara depresión. Para ello, tomaron como referencia a quienes no manifestaban ningún conflicto de este tipo y las personas que habían decidido quitarse la vida.
El resultado fue revelador. Aunque todas las personas tenían la misma cantidad de tubulina modificada, la diferencia saltó a la vista cuando se evaluó la acumulación en las balsas lipídicas de la célula. El cerebro de una persona deprimida presentaba menores cantidades de esta en dicha región celular.
La falta de cAMP en el cerebro podría ser el desencadenante de la depresión, un hallazgo que podría facilitar el diagnóstico de la enfermedad. Además, una detección rápida de esta problemática ayudaría a definir el tratamiento adecuado para evitar que un caso de depresión grave pueda tener un desenlace dramático, como sucede en muchas ocasiones. De la misma manera, ayudará a la comunidad científica a desarrollar nuevos tratamientos y medicamentos antidepresivos.
La depresión, más frecuente en tiempos del coronavirus
Un artículo escrito por la psicóloga Valeria Sabater explica que la pandemia del coronavirus podría traer otro fenómeno epidemiológico. Así se refirió al incremento masivo que habrá de casos de depresión alrededor del mundo.
La especialista comentó que muchas personas siguen en shock por vivir una crisis de esta magnitud, sometidas por el sentimiento de vulnerabilidad ante un patógeno que sigue causando la muerte de miles de personas. Aseguró que se trata de un fenómeno natural, pero que habrá casos donde este sentimiento derive en cuadros de depresión severa.
Incluso, la llamada vuelta a la normalidad no será tan sencilla como parece. Cuando la crisis sanitaria haya pasado por su fase más grave, habrá gente que no podrá recuperar su vida con naturalidad. Señaló que muchas personas han perdido a un ser querido o su trabajo, además de encontrarse con un mundo donde la interacción social se habría instaurado como un riesgo de vida o muerte en determinados escenarios.
Referencias: elconfidencial.com
