Alemania es uno de los países más productivos del mundo, pero esto no se traduce de manera forzosa en jornadas laborales más largas.
Alemania vuelve a romper paradigmas en el tema laboral. Después de una larga huelga, las autoridades germanas aceptaron rebajar la jornada de trabajo de 35 horas a 28 horas semanales. Esto quiere decir que los godínez, obreros, especialistas, ingenieros y todo tipo de trabajador podrá iniciar sus labores a las 8:00 y salir a las 13:30 horas.
En los últimos años, la idea de la jornada laboral ha sido objeto de discusión en varios países, pero Alemania lleva la delantera. Lo increíble de la decisión es el país en el que tiene lugar, se trata de la nación más productiva del planeta. La gran diferencia radica en su capacidad para optimizar tiempos; además, rompen con el paradigma de que más horas en la oficina significa mayor producción.
Los contrastes con algunos países son notorios. Por ejemplo, Venezuela y Grecia tienen jornadas laborales de 40 horas a la semana, sin embargo, forman parte de los países menos productivos del planeta. No hacen sombra a lo logrado por Alemania, una nación que se ha recuperado de protagonizar 2 guerras mundiales y que sigue siendo la principal potencia europea.
Alemania vela por el bienestar de trabajador
Contrario a lo que sucede en muchos países (como México), las empresas en Alemania entienden el bienestar del trabajador como un factor importante. Un empleado contento se traduce en un empleado productivo y comprometido. La satisfacción en el ambiente laboral está ligada a la productividad y la calidad de vida.
Además de la jornada de 28 horas a la semana en Alemania, hubo otros logros importantes. Entre ellos, un incremento a su salario de 4.3% con salarios e incentivos, sumado a que los empleados podrán sustituir parte de su sueldo por días de vacaciones. Asimismo, esos 20 días libres por ley también son intercambiables por dinero. ¡Flexibilidad, señores!
Fuente: Upsocl
