Las autoridades de la Ciudad de México anunciaron que la capital azteca volvió a entrar en semáforo rojo, lo que implica entre otras medidas el cierre de plazas y cines.
El coronavirus no da tregua y menos en las grandes urbes como la Ciudad de México. La capital del país azteca retrocedió en su sistema de alerta a semáforo rojo, una noticia devastadora para los cines y la actividad económica en general. Cabe recordar que este color indica que se deben suspender de forma inmediata las actividades no esenciales, lo que incluye a los complejos para la proyección de películas.
Si se analiza el número de casos y la dinámica de contagios, pareciera que el gobierno local se demoró un poco en dictar esta medida. A través de un comunicado de prensa, la jefa de Gobierno local, Claudia Sheinbaum, dio a conocer que el cierre arrancará a partir del 19 de diciembre y se extenderán hasta el 10 de enero. Por supuesto, esto deja fuera las esperanzas que tenían algunos negocios como los cines de recuperarse con la temporada decembrina.
Cabe recordar que los cines de la Ciudad de México habían abierto el pasado mes de agosto, pero sobrevivía el temor de que el semáforo rojo volviera a obligaros a bajar las persianas. Al final, eso fue exactamente lo que sucedió. Un cierre de año catastrófico para la industria de la exhibición en el país y a nivel internacional.
Se muere la esperanza de Wonder Woman 1984
Los cines de la urbe mexicana habían visto una luz de esperanza en el estreno de Wonder Woman 1984. Esta película se había venido aplazando durante varios meses, pero Warner Bros. decidió comenzar con las exhibiciones hace un par de días en ciertos mercados. En poco tiempo, llegará a través de las pantallas de HBO Max en los países donde esté disponible el servicio de streaming.
Cabe aclarar que aunque se fijó la medida hasta el próximo 10 de enero, es posible que se extienda el plazo si el diagnóstico no es positivo. Será pocos días antes cuando se determine si existen condiciones para volver a abrir las puertas o, simplemente, se mantiene durante otras cuantas semanas.
Solo para dimensionar el terrible impacto económico del semáforo rojo y la pandemia en los cines, se estima que sus ingresos bajaron alrededor del 80% en comparación con el año pasado. Realmente, el coronavirus llegó a estremecer los cimientos de la que hasta ahora era una de las industrias de entretenimiento más rentables y preferidas de la población. Lo de menos es que nos hayan quitado las visitas al cine, sino lo realmente importante son los puestos de trabajo perdidos y los miles que están en riesgo por esta crisis.