Entre los grandes fenómenos de Netflix se encuentra la serie Cobra Kai. Esta producción contemporánea se deriva de la franquicia que tuvo su primera proyección en 1984. Si eres suscriptor del servicio de streaming, es muy probable que hayas visto como mínimo una temporada. Nosotros hemos devorado las 3 (a enero de 2021) de un solo golpe. Lo que nos llamó la atención es que, a raíz de su llegada a la plataforma, existe un creciente interés de padres y niños sobre el karate infantil.
Los mayores del hogar se plantean la pregunta de si sería bueno que sus hijos se inscribieran a una escuela de karate. Después de todo, existen algunos tabúes sobre los deportes de contacto. Sin embargo, cerrarse a estas disciplinas de combate y autodefensa también es renunciar a un montón de ventajas y beneficios para la formación de los pequeños.
Todos sabemos que la práctica de un deporte es algo importante durante la formación de los infantes. El karate infantil no es la excepción e, incluso, es probable que ofrezca mayores beneficios de los que puedes imaginar. Por ello, quisimos profundizar sobre todas las ventajas que ofrece la práctica de esta arte marcial tradicional.
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Principales beneficios del karate infantil
Antes de empezar con las razones por las que deberías meter a tu pequeño a una escuela de karate, conviene saber de qué va esta disciplina. En primer lugar, se trata de un arte marcial originario de las islas Ryūkyū, en Japón. Se nutre de algunos estilos que son propios de luchas procedentes de China, pero también de otras disciplinas de la región asiática.
Cabe mencionar que en los enfrentamientos se permiten puñetazos, patadas, golpes de codo y rodilla, además de aquellos que se realizan con la mano abierta. Algo que también puede gustar mucho a los padres de familia, o que al menos puede facilitar su decisión de inscribir al pequeño a las clases, es que se puede practicar como arte, defensa personal o deporte de combate.
Esto podría parecer intrascendente, pero no es así, ya que dependiendo del enfoque y la orientación se persiguen ciertos objetivos. Por ejemplo, la técnica como arte se centra en el autodesarrollo y la superación, mientras que la modalidad de autodefensa fortalece la perseverancia y el liderazgo. Finalmente, la práctica del karate infantil como deporte está totalmente orientada a la competitividad.
Mejora la disciplina
Si tu pequeño entra a un dojo, deberá entender que la disciplina es clave para el aprendizaje y el dominio del karate. Uno de estos centros demanda que los estudiantes tengan respeto hacia su maestro y sus oponentes. Ese simple gesto al inicio de un enfrentamiento muestra la esencia de dicha arte marcial, una que también se encarga de resaltar la importancia de la concentración y el autocontrol. Son habilidades fundamentales para la ejecución de las técnicas y progresar en la disciplina, pero también resultan de gran utilidad para la vida.
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Alimenta su espíritu competitivo
El karate tiene un lado competitivo que está reflejado en los diferentes niveles, mejor conocidos como danes. Al igual que el judo y taekwando, los estudiantes van obteniendo cinturones de diferentes colores que expresan su conocimiento y dominio sobre la disciplina. Todo inicia con el color blanco, para después pasar al amarillo, naranja, verde, azul, marrón y negro. Asimismo, hay algunos niveles intermedios, los cuales implican que el alumno lleve todo el cinturón del mismo color, excepto el área de la punta, donde se porta el color al que se va a dar el salto.
Sabrá defenderse, pero no será un bully
El karate está ligado fuertemente al concepto de autodefensa y esto es uno de sus grandes atractivos. No vamos a mentirte, existen artes marciales que son más efectivas para peleas en la vida real. Esto se debe, sobre todo, a sus orígenes, filosofía y el enfoque que se adopta para el combate.
Un buen profesor de karate infantil resaltará la importancia de usar las técnicas en situaciones de autodefensa o cuando sea estrictamente necesario. Debido a que también pone atención en los valores antes mencionados, evitaremos que los niños y adolescentes vayan por el mundo lanzando patadas a diestra y siniestra. Sin embargo, tendrán la confianza para responder en escenarios donde no haya otro camino que “acostar” a un agresor.
Nos gusta mucho que el karate no descuide aspectos como el autocontrol y la orientación pacífica, pero al mismo tiempo se adapte a entornos de competitividad. Esta es la razón por la que muchos padres se decantan por dicha arte marcial antes de otras disciplinas. Los estudiantes comienzan desde temprano a aprender la importancia del autocontrol, otra virtud para la vida en general.
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Favorece la coordinación motriz
Otra de las ventajas del karate infantil se presenta en el plano de la coordinación motriz. Esto parece lógico y se puede deducir con facilidad. No olvidemos que el “sensei” les ensañará numerosos movimientos y técnicas a los menores, lo que derivará en un progreso notable en materia de equilibrio, agilidad y control de su propio cuerpo. De la misma forma, la práctica del karate pone atención en la respiración, por lo que también puede ser utilizado como técnica para esas personas que se encuentran en tratamientos respiratorios o cardíacos. Ojo, esto debe ser sugerido por un especialista.
El karate infantil ayudará a los menores a tener una mejor percepción de su entorno. Debido a que se enfoca en la mejora de los reflejos y las habilidades visomotoras, el pequeño siempre estará listo para reaccionar ante una situación de riesgo o amenaza. Parece algo demasiado intangible, pero esto puede ayudarle en situaciones de mucho peligro, ya sea mediante la anticipación o una rápida respuesta donde normalmente otros quedarían paralizados por la adrenalina. La conexión mente y cuerpo que propone el karate es realmente valiosa, así que deberías considerar inscribir a tus pequeños para el aprendizaje de esta arte marcial.
