Los apasionados del espacio exterior saben que este 25 de diciembre fue un día especial. Esta jornada será recordada en la historia como el inicio de una nueva era para la humanidad. Al menos, lo cambiará todo en lo que refiere al conocimiento sobre el espacio exterior. El lanzamiento del telescopio James Webb abrirá un libro lleno de secretos sobre lo que hay allá fuera, a millones de kilómetros de nuestro querido planeta Tierra. Sin duda, se trata de una de las misiones espaciales más importantes de la era moderna.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) celebró el despegue exitoso de este instrumento de observación espacial. El artefacto, que reúne la tecnología más vanguardista, arrancó un viaje de 1,500 millones de kilómetros. La travesía tendrá una duración aproximada de 6 meses. Tendremos que ser pacientes antes de poder observar las primeras imágenes capturadas por sus lentes. El objetivo del telescopio es obtener fotografías de lo más lejano del cosmos, por lo que representa un paso brutal en materia de exploración espacial.
En punto de las 13:20 horas de este sábado 25 de diciembre de 2021, el cohete Ariane 5 salió disparado hacia las alturas de las instalaciones de Kourou. De acuerdo con la descripción oficial de la NASA, el telescopio puede considerarse como el observatorio que marcará el conocimiento espacial durante la próxima década. La entidad llevó a cabo una transmisión en vivo desde la base de lanzamiento de la Agencia Espacial Europa, localizada en Guyana Francesa.
Estas últimas semanas, la industria aeroespacial nos ha regalado eventos icónicos. Por ejemplo, Rocket Lab llevó a cabo la presentación de su cohete Neutron, el cual mete presión a SpaceX en materia de exploración espacial y el turismo en la órbita terrestre. Claramente, el lanzamiento del telescopio James Webb lleva las cosas mucho más lejos, ya que será nuestros ojos hacia zonas del cosmos que permanecían ocultas.
Una misión histórica
El director del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, Ken Sembach, habló sobre la trascendencia del telescopio James Webb. A su parecer, la fecha del lanzamiento será recordada en todos los libros de astronomía. La instalación del observatorio podría arrojar conocimiento sumamente valioso sobre los secretos mejor guardados del espacio exterior. Incluso, los científicos aseguran que los descubrimientos realizados podrían tener repercusiones tangibles para toda la humanidad.
“Este es un día para todas las edades (…) La ciencia no será la misma después de hoy”, comentó.
Lo cierto es que el lanzamiento del telescopio James Webb supone un éxito radical, ya que existían muchas variables y factores que pudieron haber frustrado el despegue. Sin embargo, el equipo detrás del artefacto sigue trabajando a marchas forzadas para que la misión continúe según lo planeado. Todavía quedan varios obstáculos que superar, ya que el proyecto consta de diferentes etapas. Durante las próximas semanas, el protector solar se expandirá a todo su ancho. Se estima que la sofisticada máquina arribará al segundo punto de Langrange dentro de un mes.
De manera paulatina, el telescopio irá activando sus diferentes sistemas, además de ir regulando de forma más eficaz su temperatura de operación. El mayor temor del equipo es que surjan desperfectos en el funcionamiento del aparato. A diferencia del Hubble, la distancia a la que se encontrará el telescopio Webb hace imposible alguna misión de reparación. Si consideramos que dicho artefacto representó una inversión de alrededor de 10,000 millones de euros, es evidente que todos desean que funcione al primer intento. De lo contrario, pasarían varios años para volver a materializar un proyecto de este tipo.
En los meses restantes, los expertos llevarán a cabo la alineación del sistema óptico del telescopio James Webb. Asimismo, se lanzarán las primeras capturas para fines de calibración. Para mediados del próximo año, debería estar funcionando a su máxima capacidad, por lo que será por esas fechas cuando comience a enviar imágenes sobre los confines del universo.
¿Por qué es tan especial el telescopio James Webb?
La NASA eligió el nombre del telescopio en honor a James Webb, quien fue el segundo director del organismo en toda su historia. Durante la década de los 60, se encargó de poner en marcha uno de los proyectos más importantes para la industria aeroespacial. Estamos hablando de poner en la Luna una aeronave estadounidense. ¡Así es! Él estuvo al frente del llamado Proyecto Apolo.
El telescopio que lleva su nombre ofrece hasta 100 veces más sensibilidad que el Hubble, uno de los grandes orgullos de la astronomía moderna. Este artefacto se encuentra en la órbita terrestre a aproximadamente 593 km sobre el nivel del mar. Al estar ubicado a una distancia mucha más lejana, los científicos esperan que sea el protagonista de grandes revelaciones sobre el espacio exterior. No debemos descartar que sea capaz de confirmar la existencia de vida extraterrestre.
Actualmente, no existen ningún telescopio más avanzado que el James Webb, el cual tiene la posibilidad de recolectar la luz que ha viajado por más de 13.5 mil millones de años. Esto quiere decir que podría obtener datos que datan casi desde el origen del universo. Pese a los numerosos retrasos para llevar a su cabo su lanzamiento, nadie aceleró las cosas a sabiendas de lo que representaba su puesta en marcha.
Este artefacto, clasificado como un observatorio espacial, es resultado de la colaboración de aproximadamente 17 países. Su misión es mucho más compleja y avanzada que la de los telescopios Hubble y Spitzer. Sus observaciones cambiarán el rumbo de ramas como la astronomía y la cosmología.
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