Los números se mueven en el mercado accionario. Este lunes, despertamos con la noticia de que DiDi prohibió a sus empleados vender acciones de manera indefinida. Esto quiere decir que podrán hacerlo hasta nuevo aviso, una medida que causa gran molestia entre sus inversores. El reporte llegó a través de las páginas de The Financial Times, ni siquiera mediante un comunicado oficial de la compañía.

Tras la publicación de la noticia, DiDi Global Inc. experimentó una caída importante de su valor accionario. Hasta las 9:50 horas locales del lunes 27 de diciembre, DiDi reportaba bajas de hasta 3%. Vale la pena mencionar que la medida fue implementada cuando concluía el bloqueo anterior de 180 días después de la oferta pública inicial del pasado mes de junio. Básicamente, la empresa amplió el período, pero ahora sin dar una fecha específica para permitir la venta de títulos.

El informe señala que los accionistas podrán llevar a cabo esta clase de operaciones hasta que DiDi arranque su cotización en Hong Kong. Vale la pena recordar que enfrenta dificultades en su país natal, después de una campaña regulatoria que la forzó a dejar Wall Street. La Administración del Ciberespacio china giró instrucciones a la empresa de no registrar usuarios a pocos días de haber iniciado su cotización. Existen sospechas de que los datos de la firma puedan estar expuestos ante potencias extranjeras.

El adiós de DiDi de Wall Street

La decisión de DiDi de abandonar el mercado de acciones en Wall Street es sólo una probadita de la influencia de China. El gigante asiático es capaz de ejercer una gran presión sobre las empresas tecnológicas con matriz dentro de su territorio. Después de varios meses de discusiones y recursos, DiDi tomó la determinación de salir de Nueva York para incursionar en la Bolsa de Hong Kong. Las presiones lanzadas desde Pekín surtieron efecto, ya que la empresa de transporte privado decidió eliminar el punto de conflicto con su retirada.

El organismo regulador chino supo dónde presionar a DiDi. Aparentemente, la administración mostró desde el principio su disgusto por la oferta de acciones de aproximadamente 4,400 millones de dólares. Entre las medidas para golpear a la empresa estuvo el veto de 25 de sus aplicaciones móviles, así como un ordenamiento estricto para no seguir registrando usuarios nuevos. Todos los movimientos de la entidad regulatoria estuvieron justificados por preocupaciones sobre prácticas monopólicas, temas de seguridad nacional e interés público.

A mediados de año, el diario Global Times lanzó un posicionamiento que podría interpretarse como un comunicado del Gobierno chino. Lo anterior, debido a que el medio tiene vínculos estrechos con la administración central.

“El Estado [de China] no puede permitir que las empresas de tecnología se conviertan en legisladoras para la recopilación y el uso de información personal. Los estándares deben estar bajo la gestión del Estado para garantizar que esas grandes empresas ejerzan moderación en la recopilación de información personal. Especialmente, para empresas como DiDi, que cotizan en Estados Unidos”, se podía leer.

Claramente, DiDi no puede reventar la relación con el Gobierno de China, un país donde controla hasta el 90% del mercado de los vehículos compartidos. Se estima que existen más de 400 millones usuarios activos dentro del país asiático, la mayor concentración dentro de un mercado pese a que ofrece servicios en otras 16 naciones. En poco tiempo, DiDi logró convertirse en uno de los grandes gigantes tecnológicos de China, tras haber batido en algunos mercados a su eterno rival, Uber.

¿Qué es mejor: Uber o DiDi?

Responder esta pregunta requiere de un análisis más completo, además de que tendríamos que definir los parámetros a evaluar. Si tuviéramos que ofrecer una conclusión rápida y certera, podríamos decir que Uber ofrece un servicio superior. Por ejemplo, la plataforma cuenta con una mayor gama de automóviles para ajustarse a las necesidades de los clientes. Sin embargo, los precios más competitivos los encontramos en DiDi, algo que es muy evidente en ciertos destinos. Normalmente, la compañía china ofrece precios más bajos a los usuarios.

Por otro lado, la evaluación cambia si adoptamos el enfoque de conductor socio. En caso de que estés pensando en unirte a una plataforma para ofrecer tus servicios de transporte, quizá lo más conveniente sea optar por DiDi. Es cierto que las tarifas cobradas a los pasajeros es más baja; sin embargo, la empresa retiene un porcentaje menor de dichos cobros. Es decir, la comisión del conductor suele sr mayor en una comparación directa con el saldo retenido por Uber. Al final, los conductores se llevan más dinero.

De acuerdo con DiDi, los precios de su servicio oscilán entre 6% y 8% por debajo de los que ofrece su principal competidor. Asimismo, la compañía californiana tenía hasta hace poco una tarifa mínima de 40.41 pesos en la Ciudad de México, mientras que la de DiDi se movía alrededor de los 32 pesos. Vale la pena decir que ambas plataformas recurren a una tarifa dinámica, es decir, que influyen factores como el tráfico y el tradicional vaivén de la oferta contra demanda.

DiDi es una empresa cuyo nombre real es Didi Dache y Didi Kuaidi. Se estima que actualmente cuenta con alrededor de 550 millones de usuarios alrededor del mundo. La firma fue fundada por Cheng Wei en junio de 2012. Es importante señalar que se trata de una subsidiaria de Xiaoju Kuaizhi Inc.

En tu opinión, ¿crees que DiDi es mejor que Uber o viceversa? ¿Hace bien DiDi al prohibir la venta de sus acciones hasta nuevo aviso? ¡Gracias siempre por leer, comentar y compartir!