Las nuevas multas en Bruselas buscan acabar con la costumbre de los fumadores, tanto locales como turistas, de tirar colillas en la calle.
El respeto por el medio ambiente cobra cada vez mayor importancia dentro de las políticas gubernamentales. Hablando de Europa, la mayoría de los países del bloque comunitario han fijado la sustentabilidad como una prioridad. Bruselas, capital de Bélgica, acaba de aprobar nuevas sanciones para erradicar malos hábitos que dañan al planeta.
Entre las nuevas medidas que vieron luz verde en Bruselas, se encuentran multas de hasta 200 euros (Más de 4,000 pesos mexicanos) contra quienes tiren colillas de cigarro en la vía pública. De esta forma, el objetivo es acabar con esa maldita costumbre de tirarlas en parques, calles y centros públicos de cualquier tipo.
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El potencial dañino de las colillas de cigarro
De acuerdo con los expertos, las colillas han infestado varias de las principales ciudades y capitales del mundo. Bruselas no es la excepción. Aunque podría parecer que no causa demasiadas afectaciones al medio ambiente, nos sorprenderíamos de conocer su verdadero potencial destructivo. ¡Están en todos lados!, advierten las autoridades ambientales, quienes aseguran que representan un peligro real para las playas, los campos y todos los espacios naturales. Incluso, comentaron, son las responsables de muchos incendios forestales.
Las multas por tirar colillas en Bruselas están totalmente justificadas. En primer lugar, se estima que cada una de ellas demora alrededor de 12 años en poder degradarse. Si no lo hacemos por la naturaleza, mínimo deberíamos pensar en el daño que causan a la salud humana. No podemos olvidar que están compuestas de agentes tóxicos y cancerígenos que causan la muerte de 6 millones de personas a nivel internacional.
“Tirar su colilla al suelo, a los pies de un árbol o en una alcantarilla es un gesto que parece tan inocuo y, sin embargo, cada segundo, 137,000 colillas se tiran al suelo a nivel mundial. Las colillas tienen plástico, 4,000 sustancias químicas, no son biodegradables y contaminan por sí solas 500 litros de agua. Es el primer desecho que encontramos en nuestro entorno. Amigos fumadores, pueden tirarlas en la basura. La Tierra no es un cenicero”, reclamó el movimiento de protección ambiental, Leo Not Happy.
Además de las multas contra quienes tiren colillas en la vía pública, el gobierno de Bruselas desplegó el Plan Filters. Bajo el liderazgo de Zoubida Jellab, se lanzó una gran campaña para concientizar a turistas y habitantes locales de acabar con un hábito que causa mucho daño al ser humano y su entorno.
Referencias:
traveler.es
