Cuando te registras como contribuyente y empiezas a pagar impuestos, tu situación fiscal se vuelve motivo de preocupación. Surgen mil dudas en tu cabeza, normalmente, todas ellas orientadas a evitar un problema con el SAT (Secretaría de Administración Tributaria) y, por supuesto, sobre cómo pagar menos impuestos. ¿Debo facturar todo lo que compro? ¿Por qué es una buena idea? ¿Cómo saber cuáles son los productos y servicios por los que debo solicitar facturas? Estos son solo algunos ejemplos de las preguntas más comunes de los contribuyentes.
Durante los primeros años como personas que pagan impuestos, es normal sentirnos un poco abrumados. Además, la realidad es que muchas empresas todavía tienen mucho trabajo que hacer para agilizar la emisión de facturas a sus clientes. Afortunadamente, existen portales que facilitan la tarea como Ya Facturacion Mexico, una web donde resulta sencillo conocer el proceso para solicitar una factura a negocios y empresas específicas. De esta manera, evitarás estar navegando entre páginas que solo añaden complejidad a la tarea.
Para resolver la duda de si debo o no facturar todo, lo mejor sería consultar a un contador. La ventaja es que nos ayudará a definir cuáles son las prácticas más convenientes para nuestro quehacer y actividad profesional. De esta manera, obtendremos las mejores recomendaciones tanto para tener en orden nuestra situación fiscal como para pagar la menor cantidad de impuestos. Sin embargo, vale la pena detenerse a reflexionar cuáles son los beneficios y ventajas de facturar cualquier compra de artículos y servicios.
¿Por qué facturar todas mis compras?
Las ventajas de solicitar factura a los negocios donde compras un producto o contratas un servicio son diversas. Si tienes todas tus finanzas en regla y no te encuentras en alguna “situación especial”, solo existen aspectos positivos.
Comprobación de gastos
El principal beneficio de facturar todas nuestras compras es que nos permitirá aclarar cualquier situación o inconveniente ante la autoridad fiscal. No hay nada más intimidante que recibir un correo electrónico o un mensaje del SAT llamándote a una cita para llevar a cabo una aclaración. Si todo está en orden, no tendrás de qué preocuparte, pero será más probable que todo se resuelva sin problemas si tenemos forma de comprobar ingresos y gastos.
Otra de las ventajas consiste en que las facturas nos ayudarán a tener un control férreo y eficaz sobre nuestras finanzas. En ocasiones, el ajetreo diario hace que olvidemos registrar algún pago. Si tenemos los comprobantes, podremos revisar dónde existen fugas o gastos innecesarios. De esta manera, resulta más sencillo optimizar el presupuesto.
Deducción de impuestos
Este es el beneficio más evidente y el principal propósito de solicitar una factura. Sin embargo, es fundamental realizar algunas acotaciones. Aunque la respuesta rápida a la pregunta de si debo o no facturar todo lo que compro es afirmativa, esta práctica no siempre resultará útil para la deducción de impuestos. El contador sabrá qué hacer con dichos comprobantes para descontar la menor carga tributaria aplicable de la base de ingresos.
Es importante decir que no todas las facturas serán útiles para las deducciones. Como habrás escuchado mil veces, es primordial que la compra esté relacionada con algo indispensable para el desarrollo de las actividades profesionales. Para que entre en dicha categoría, debemos justificar que se trata de un bien o servicio necesario para ello. En ese sentido, la guía de un profesional en el ramo nos ayudará a resolver cualquier duda.
A modo de guía, te recordamos cuáles son las facturas que puedes usar para tus deducciones personales si te encuentras bajo el régimen de asalariados. Por supuesto, todos estos gastos tienen condicionantes como montos máximos u otra clase de restricciones.
- Créditos hipotecarios
- Colegiaturas
- Gastos funerarios
- Gastos médicos
- Transporte escolar
- Primas por seguros
Acreditación de bienes
A menudo, se olvida que uno de los beneficios de la facturación de compras y servicios es que nos podrían ayudar a verificar la posesión de bienes. En caso de que exista algún proceso ante las autoridades donde debamos demostrar la propiedad, las facturas serán de gran utilidad. Muchas personas se han beneficiado de ello a la hora de realizar un testamento, vender propiedades e, incluso, eludir embargos de familiares.
Las facturas tienen validez legal y, en ocasiones, son el elemento determinante que inclinará la balanza a nuestro favor en caso de tener que lidiar con las malas intenciones de terceros.
Recuerda que ningún negocio o empresa puede elevar el precio por la solicitud de una factura, ya que el IVA siempre debe estar incluido en el costo. Sin importar la compra que realices, los proveedores de productos o servicios no deben cobrarte por su emisión, según lo establece el Artículo 29 del Código Fiscal de la Federación. Tampoco estás obligado a explicar para qué necesitas la factura, además de que las empresas deben expedirla en el momento de la compra si así lo requieres.