La situación ambiental requiere medidas radicales y contundentes. Nadie se atrevería a discutir esta idea, ya que la urgencia climática la padecemos a diario. Por ese motivo, las autoridades de la Unión Europea diseñan normativas ambientales agresivas, las cuales ponen en jaque a los grandes grupos automotrices. Esta semana, Volkswagen pidió a la Comisión Europea retrasar la aplicación de la norma Euro 7 hasta el otoño de 2026.
¿Cuál es la preocupación del fabricante alemán sobre esta normativa? La petición de la compañía generó división de opiniones, ya que la Euro 7 es uno de los reglamentos clave del bloque comunitario para alcanzar sus objetivos ambientales. Si las autoridades correspondientes acceden a la solicitud de VW, la cual está respaldada por otras marcas de autos importantes, se estaría postergando su implementación más de un año de la fecha original.
¿Qué es la normativa Euro 7?
Antes de revelar los argumentos de Volkswagen para retrasar la Euro 7, vamos a explicarte en qué consiste. Se trata de una normativa que establece límites máximos de emisiones para los vehículos nuevos. El objetivo es reducir la contaminación del aire y mejorar su calidad para las ciudades europeas. Al mismo tiempo, ayudará a cumplir con sus compromisos ambientales en el escenario internacional.
Si se respeta el plan original, la entrada en vigor de las nuevas disposiciones será el 1 de julio de 2025 para los turismos y las furgonetas. El en caso de autobuses y camiones, la fecha de implementación se movió para dos años después, es decir, el 1 de julio de 2027. Asimismo, la Comisión Europea señaló que se harán excepciones para los fabricantes de autos con volúmenes de producción pequeños.
Historia de las normativas Euro 7
Si hacemos un repaso histórico, las normas Euro se instalan como los elementos catalizadores dentro del bloque para impulsar una transformación climática. Se remontan a principios de la década de los 90 y, de manera particular, a la firma del Tratado de Maastricht. En este documento, se fijaron las bases para todos los Estados miembro de la Unión Europea.
Por ejemplo, la Euro 1 vio la luz en 1992 con el objetivo de incorporar al menos dos o tres silenciadores para rebajar el ruido generado por el motor. Cuatro años después, llegó la Euro 2, cuya finalidad fue obligar al uso de catalizadores de oxidación para reducir las emisiones de dióxido de carbono. La Euro 3 inauguró las normativas ambientales del nuevo siglo al exigir la incorporación de los sistemas de inyección electrónica para reducir las emisiones de NOx.
La Euro 4 hizo lo propio al obligar el uso de sistemas de recirculación de gases de escape, mientras que la Euro 5 (2009) demandó la integración de sistemas de reducción catalítica selectiva. En 2014, la Euro 6 exigió a los fabricantes de autos se obligó a instalar filtros antipartículas. Finalmente, la norma Euro 7 vio la luz en septiembre de 2021, estableciendo límites estrictos para emisiones de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas.
¿Por qué Volkswagen ha solicitado retrasar la normativa?
Si bien nadie duda del impacto ambiental favorable de la Euro 7, Volkswagen considera que la Comisión Europea es poco realista con los plazos establecidos. La compañía señaló que es necesario más tiempo para ajustarse a los estándares y lineamientos de una norma tan dura en el tema de emisiones. El fabricante no dudó en asegurar que será un golpe brutal que afectará a los coches de combustión interna, pero también la competitividad del sector y a los propios consumidores.
Volkswagen pugna por que las marcas de autos tengan hasta dos años para desarrollar vehículos ajustados a la Euro 7. Asimismo, el retraso permitiría contar con tres años para aplicar los cambios adecuados para toda su flota. Debido a que varios fabricantes esgrimen argumentos similares a los de VW, se espera que el organismo legislativo se siente a negociar este tema durante 2023.
En caso de que la nueva legislación empiece a aplicarse en los plazos establecidos, VW tendrá que detener la producción de varios de sus modelos por un periodo considerable. Asimismo, la Euro 7 aplicada en 2025 representará una condena de muerte para coches como el Volkswagen Polo, algo que afectará al consumidor que busca vehículos de combustión accesibles porque todavía no puede acceder a coches electrificados.
¿Cuál es la posición de otros fabricantes de automóviles?
El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, está molesto por la naturaleza de la norma Euro 7, tras asegurar que solo está ocasionando una pérdida de competitividad ante los autos que llegan desde China.
“No creo que sea necesaria la norma Euro 7. Va a desviar parte de nuestro enfoque de investigación y desarrollo a algo que no requerimos, mientras nuestra competencia china llega al mercado únicamente con autos BEV. ¿Por qué utilizamos nuestros recursos para una tecnología que vamos a prohibir [a partir de 2035]?. No hay sentido común”, reclamó.
La mayor parte de las marcas de coches aseguran que la entrada en vigor de la norma Euro 7 traerá un costo adicional para el precio de los automóviles. En el caso de Volkswagen, también demanda que se retrase la implementación de los límites para las emisiones de partículas de frenado y el desgaste de los neumáticos. La marca asegura que la inversión necesaria para ajustarse a dichos estándares hará que los clientes tengan que pagar más dinero por un coche que debería ser accesible.
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