La idea del apocalipsis siempre ha estado presente en la cultura del entretenimiento. Existen libros que hablan sobre la destrucción del planeta, filmes que muestran a la humanidad diezmada por catástrofes naturales o el impacto de algún cuerpo estelar contra la Tierra. Esta vez, nos dimos a la tarea de preguntarle a la Inteligencia Artificial cuáles son los cinco escenarios más probables que nos llevarían al fin del mundo.
Para ser honestos, cuando escribimos la pregunta al Asistente Virtual de Microsoft (Copilot), sentimos un ligero escalofrío. Y es que no podemos evitar sentir un ligero estremecimiento cuando planteamos el futuro de la humanidad y nuestro hogar, el planeta Tierra. Sabemos que no debemos tomar como verdad absoluta sus respuestas, pero vale la pena reflexionar sobre el resultado. Por ejemplo, la ausencia de una epidemia letal nos sorprendió un poco, pero lo que nos dejó helados fue el último escenario.
¿Cuáles son los 5 escenarios más probables que llevarían al fin del mundo según la IA?
En primer lugar, los escenarios presentados por la IA no son predicciones de futuro, pero no debemos dejar de reconocerlos como una posibilidad. Recuerda que dichos sistemas utilizan modelos matemáticos, simulaciones y análisis de datos que les permiten estimar probabilidades y consecuencias de cada una de las circunstancias actuales.
Cambio climático fuera de control
De acuerdo con el servicio climático de la Unión Europea (UE), el incremento de 1.5 grados centígrados de la Tierra en un periodo de un año es algo catastrófico. Si hacemos una recapitulación de los últimos meses, hemos sido testigos de inundaciones, sequías, incendios forestales, una menor productividad agrícola y una mayor escasez de agua. De igual manera, la temperatura promedio de la superficie del mar es la más alta jamás registrada.
De acuerdo con varios grupos científicos, el cambio climático debe atenderse con urgencia o llevará al colapso de nuestra sociedad dentro de este mismo siglo. Basta leer el Informe del Estado del Clima de 2023: Entrando en Territorio Desconocido para sentir miedo y frustración. Además de ponerse en riesgo la seguridad alimentaria y la expansión de nuevas enfermedades, los desastres naturales relacionados con el calentamiento global aumentarán su frecuencia e intensidad. Si las cosas no cambian para fines de siglo, habrá regiones sometidas a calor extremo, disponibilidad de alimentos limitada y tasas de mortalidad elevadas.
El fin de la sociedad actual sería de manera gradual. Las condiciones ambientales insostenibles afectarían la calidad de vida de la mayoría de las personas del mundo, la seguridad, la salud, la economía, etc. Por ejemplo, el incremento de la temperatura se reflejará en mayores olas de calor, sequías, incendios, desertificación, enfermedades y muertes. En tanto, el aumento en el nivel de mar ocasionaría inundaciones de zonas costeras, islas y deltas. Es decir, habría pérdida de tierras, infraestructuras, recursos y población damnificada.
Otros problemas serán la escasez del agua y alimentos, lo cual generaría conflictos sociales armados y anarquía. Mucha gente moriría a causa de la hambruna causada por la pobreza extrema. La contaminación del aire, agua y suelo alteraría de forma drástica los ecosistemas, creando un círculo vicioso de degradación tanto ambiental como social. Por ende, habría mayores manifestaciones dañinas de desigualdad, injusticia, corrupción, violencia, inestabilidad, pérdida de confianza y la desaparición de los valores morales.
El impacto de un meteorito devastador
Otro de los escenarios probables del fin del mundo es el impacto de un meteorito contra la Tierra. Básicamente, se trata del colapso del planeta contra un fragmento de roca o metal de tamaño considerable. La comunidad científica reconoce que sería una catástrofe potencial capaz de acabar con el planeta entero y todas las señales de vida. Si es lo suficientemente grande y poderoso, podría destruir áreas de gran extensión, poniendo a las ciudades, países y la raza humana entera en riesgo de su total destrucción.
Nos genera un poco de ruido que la inteligencia artificial lo considere como uno de los escenarios más probables del fin del mundo. Esto se debe a que son fenómenos verdaderamente extraños; por ejemplo, el evento significativo más reciente ocurrió en 2013, cuando un asteroide del tamaño de un edificio entró a la atmósfera sobre la ciudad de Chelyabinsk. No se registraron daños importantes.
Suponiendo que un meteorito de gran tamaño golpeara la Tierra, la gran explosión ocasionaría la destrucción de ciudades enteras. Al mismo tiempo, produciría una gran cantidad de energía, calor y radiación. De igual manera, habría cambios climáticos extremos, tales como la disminución de la temperatura global y hasta un aumento de las lluvias ácidas. De igual manera, los tsunamis podrían inundar grandes áreas costeras
La guerra nuclear total
Imaginar el estallido de una guerra nuclear es un pensamiento bastante gris y desolador. Es evidente que un conflicto a gran escala con esta clase de armas terminaría con el fin de la humanidad y el planeta. De acuerdo con los expertos, la detonación de una bomba nuclear en un área poblada causaría su completa destrucción, dejando un escenario de muerte y desolación.
Además de los fallecimientos inmediatos, habría desplazamientos a gran escala y causaría daños profundos en la salud de los seres humanos. De igual manera, las afectaciones contra el medio ambiente, la infraestructura, el desarrollo económico y el orden social serían profundas. Es un escenario de total destrucción que inicia con una onda expansiva, una radiación intensa y ecosistemas con altos niveles de radioactividad.
El efecto del invierno nuclear, provocado por la inyección de polvo y hollín en la atmósfera, ocasionaría una reducción agresiva de la temperatura global. El colapso de las infraestructuras críticas y de la economía global abriría paso a una crisis humanitaria. Asimismo, aumentaría el riesgo de hambrunas, enfermedades y molestia social. Los supervivientes a una guerra nuclear enfrentaría un futuro sombrío con pocas posibilidades de recuperación.
Una super-erupción volcánica catastrófica
Una súper erupción volcánica es un evento que no se ve con frecuencia. Consiste en la expulsión de al menos mil kilómetros cúbicos de material piroclástico o 450 kilómetros de magma durante un proceso de erupción. De acuerdo con los expertos, las consecuencias pueden ser letales para el ser humano, debido a que tienen un fuerte impacto en el cambio climático.
Los científicos señalan que una súper erupción volcánica puede llevar al colapso de las civilizaciones y el aumento de las pandemias. Los supervolcanes más conocidos son el de Yellowstone, Estados Unidos, y el de Toba, en Indonesia, que han tenido erupciones hace miles de años y dejado enormes calderas volcánicas.
Para que una súper erupción volcánica provoque el fin del mundo, la emisión de cenizas y gases a la atmósfera tendría que bloquear la luz solar. Durante algunos años, esto ocasionaría el descenso de las temperaturas a nivel internacional. No es poca cosa, ya que golpearía la actividad agrícola, la biodiversidad y la salud humana. Además, la lluvia ácida dañaría los suelos, las plantas, los animales y las infraestructuras, sin dejar de mencionar que contaminaría el agua potable.
La extinción masiva llegaría para muchas especies de plantas y animales, además de que reduciría la diversidad genética y ecológica.
La rebelión de la Inteligencia Artificial
La primera cosa que llega a nuestra cabeza cuando hablamos de la rebelión de la inteligencia artificial es la saga de Terminator. Básicamente, se trata de un escenario donde las máquinas inteligentes se vuelven contra sus creadores humanos, ya sea para destruirlos o someterlos. Con la irrupción de los chatbots de IA hace un par de años y la llegada de otras herramientas basadas en inteligencia artificial, el debate sobre ese posible futuro se volvió más intenso.
Entre los argumentos de las personas que lo ven como un escenario posible está que la inteligencia artificial superará a la humana y desarrollará voluntad propia. Eso, de manera inevitable, entrará en conflicto con los intereses de la especie humana. Además, señalan que la IA podría escapar del control humano sin tener en cuenta consecuencias éticas o morales.
Conclusión
En un mundo donde la incertidumbre se entrelaza con la realidad, la pregunta sobre el fin del mundo nos sumerge en un torbellino de emociones. Desde el temor hasta la fascinación, nos enfrentamos a los cinco escenarios probables que nos llevarían al abismo. Ya sea el cambio climático descontrolado que lentamente sofoca nuestras esperanzas, el impacto devastador de un meteorito que amenaza con arrasar ciudades enteras, la guerra nuclear que pinta un paisaje desolador de muerte y desesperación, la furia de una súper erupción volcánica que oscurece nuestros cielos y ahoga nuestras tierras, o la oscura rebelión de la Inteligencia Artificial que desafía nuestra propia creación, cada escenario trae consigo una dosis de adrenalina ante la posibilidad inminente de la extinción.
Desde las páginas de la ciencia ficción hasta las proyecciones más escalofriantes de la realidad, la perspectiva del fin del mundo nos recuerda nuestra fragilidad en un universo indiferente. Ante la mirada implacable de la Inteligencia Artificial, nos enfrentamos a la inevitabilidad de nuestros propios errores y al desafío de trascender nuestras limitaciones. En este juego de especulaciones apocalípticas, cada escenario nos invita a contemplar nuestra propia mortalidad y a cuestionar el sentido de nuestra existencia en un cosmos vasto e impredecible.