Las empresas pueden hacer los planes que quieran, pero si el mercado dice otra cosa…no hay manera de contradecir. Esta semana, Aston Martin confirmó el retraso en el lanzamiento de su primer coche eléctrico. Todavía se sabe poco alrededor de esta decisión, pero es casi un hecho que no veremos un Aston Martin con este tipo de propulsión en el corto y mediano plazo. Quizá debamos irnos hasta el 2026 para ser testigos de ello…y aun así tenemos nuestras dudas.
Tras evaluar el escenario actual y las condiciones del mercado, Aston Martin concluyó que no tiene caso celebrar el estreno en los próximos meses. La desaceleración en la demanda de los automóviles eléctricos figura como la razón central. El jefe ejecutivo de Aston Martin, Lawrence Stroll, fue bastante certero en decir que la situación actual del mercado no corresponde a lo que pensaban que sería hace uno o dos años. Entonces, lo más sensato será esperar a que las olas cambien de ritmo.
“La demanda de los consumidores no es lo que pensábamos que era hace dos años. Creemos que la demanda de los consumidores no está al ritmo que pensaban los analistas y los políticos. También creemos que estará ahí en el futuro; no va a desaparecer. Solo creemos que hay un ligero retraso en el proyecto”.
En cambio, Aston Martin dedicará sus energías en el desarrollo de automóviles híbridos enchufables, los cuales registran una demanda mucho más consistente. De esta manera, la compañía reacomodó las cosas en su calendario para tratar de garantizar que la apertura de su gama eléctrica sea un éxito rotundo. El plan original anticipaba el evento de presentación del primer representante de la familia durante 2025.
¿Qué sabemos del primer coche eléctrico de Aston Martin?
En este momento, no tenemos certeza total de que el primer coche eléctrico de Aston Martin vaya a ser un vehículo puramente deportivo o un auto con un enfoque más práctico. Sin embargo, podemos deducir algunas cosas con base en las filtraciones. Una de las características más reveladoras es que el vehículo llevará un motor eléctrico fabricado por la marca, mientras que en la parte posterior montará un propulsor hecho por la compañía Lucid Motors.
En abril de 2022, Aston Martin confirmó que su primer automóvil puramente eléctrico debutaría el año entrante. No hubo más revelaciones sobre ello, dando paso a especulaciones de que incluso podría tratarse de una SUV. La firma estableció esa fecha con miras a cumplir su meta de alcanzar la neutralidad de carbono para 2030. Asimismo, mencionó que expandiría ese mismo enfoque proambiental a toda su cadena de suministro para 2039.
La intención de Aston Martin es conseguir que todos sus modelos estén electrificados para finales de esta década. El retraso del primer coche totalmente eléctrico de Aston Martin no supone el fracaso de la estrategia, ya que desde el principio se mencionó que podrían ser coches EV o híbridos enchufables. Por ahora, las fichas se moverán hacia estos últimos a la espera de mejores condiciones en el mercado.
En este momento, Aston Martin trabaja en el Valhalla de motor central, el cual llevará un bloque V8 electrificado.de AMG. De acuerdo con los planes originales, tendría que estar preparado para correr este mismo año. La empresa confía en que la gente abrazará sus coches deportivos eléctricos con mucho entusiasmo, pero saben que deben mantenerse fieles a lo que representa la marca Aston Martin.
“Lo que sentimos es que hay personas que todavía quieren algo de electrificación para conducir por la ciudad durante varios kilómetros con energía eléctrica, pero aún tienen el olor, la sensación y el ruido de un auto deportivo cuando sales a la autopista. Es por eso que creemos que la tecnología híbrida va a tener una vida muy larga, particularmente, para una empresa como nosotros: se trata de brindar emoción y entusiasmo a la experiencia de conducción”, recupera el sitio Autocar.
¿Por qué hay una desaceleración en la demanda de los coches eléctricos?
La desaceleración de la venta de coches eléctricos es una realidad que preocupa a varios fabricantes. La demanda experimentó una caída en mercados clave como Estados Unidos, lo que ha ocasionado una acumulación de stock considerable. A pesar de que las marcas están reduciendo el precio de sus diferentes modelos, así como ofreciendo incentivos, la tendencia no se ha revertido.
A finales del año pasado, la directora general de General Motors, Mary Barra, dijo que el panorama de la transición eléctrica estaba volviéndose complicado. Por ello, dijo que la firma renunciaba a su objetivo de producir alrededor de 100,000 coches eléctricos durante los últimos meses de 2023, así como a la meta de 400,000 para el primer semestre de 2024. Compañías como Mercedes-Benz también externaron su preocupación.
Incluso firmas como Tesla resienten el impacto de la desaceleración de las ventas en determinados mercados. El CEO de la compañía, Elon Musk, considera que esta fluctuación en la demanda se debe a las dificultades de la gente para acceder a préstamos, la gestión de la deuda de los consumidores y el incremento de los conflictos armados en diversas zonas del mundo.