- Elon Musk y su red social X interpusieron una demanda contra grandes empresas por armar un supuesto boicot publicitario. El magnate incluyó en este recurso a otras grandes compañías, a quienes señaló de haber conspirado para privar a la plataforma de ingresos publicitarios.
- Entre las firmas que enfrentan la demanda están gigantes del sector alimentario, tales como Unilever y Mars. De igual manera, el recurso menciona a CVS Health, Orsted y la Federación Mundial de Anunciantes.
- Por el momento, ninguna de las empresas antes señaladas ha emitido comentarios al respecto. Sin embargo, los expertos en derecho aseguran que será difícil para Elon Musk y X obtener algo de este proceso. Será realmente un desafío probar que hubo tan conspiración.
¿Por qué Elon Musk y X presentaron una demanda por boicot publicitario?
El dueño de X, Elon Musk, está seguro de que empresas como Unilever y Mars conspiraron para privar a la red social de ingresos publicitarios. El empresario, considerado en varias listas como el hombre más rico del mundo, afirmó que ellos armaron ilegalmente un boicot que evitó que X recibiera ganancias por venta de publicidad. La demanda toca a la empresa de salud privada CVS Health, así como la firma de energía renovable Orsted.
El recurso legal presentado por Musk hace referencia a hechos que tuvieron lugar en 2022, poco después de que el CEO de Tesla comprara Twitter. Hay que recordar que este periodo estuvo marcado por una caída acentuada de los ingresos por publicidad. Durante los meses previos, todo fue una auténtica novela, con un Elon lanzando y retirando ofertas. Hasta la fecha, da la sensación de que fue un mal negocio.
A través de su cuenta en X, Musk tuiteó:
“Nosotros hemos intentado ser amables por dos años y no hemos obtenido nada, solo palabras vacías. Ahora, esto es una guerra”.
Por el momento, ninguna de las empresas que fueron señaladas han dado a conocer su versión o siquiera emitido alguna comunicación oficial. Claramente, tienen conocimiento de la apertura de este proceso legal, pero quizá están bastante confiadas en que esta querella no prosperará en las instancias judiciales. Eso nos lleva a nuestro siguiente punto: las casi nulas posibilidades de que Elon Musk pueda comprobar que, tal como dice la demanda, hubo un boicot publicitario.
Una derrota legal casi inminente para Elon Musk
En términos sencillos, Elon Musk está acusando a las empresas de haber retenido el gasto publicitario en X por estándares avalados en una iniciativa de la WFA llamada Global Alliance for Responsible Media (Garm). Esta última se presenta como un proyecto para ayudar a la iniciativa privada a enfrentarse al reto del contenido dañino o ilegal en las plataformas digitales. En última instancia, esto aporta información valiosa para el diseño de estrategias de monetización y publicidad.
Sin embargo, X encuentra en esta iniciativa una conspiración abierta contra sus propios intereses económicos, afectando así las leyes de monopolio y competencia justa en el mercado. El argumento es débil y difícil de probar, afirmó Bill Baer, quien se desempeñó Fiscal General Adjunto de la división antimonopolio del Departamento de Justicia durante la administración de Barack Obama.
En el escenario más optimista (pero casi irreal), Elon Musk podría ganar el caso y demostrar que existió un boicot. Sin embargo, X no puede obligar a las empresas a comprar publicidad en su plataforma. Quizá este esfuerzo provenga de su incapacidad para “resucitar” a una plataforma que, aunque tiene una comunidad de usuarios bastante grande, no logra despegar en materia de publicidad.
Después de que Elon Musk adquirió Twitter, se desató un periodo de inestabilidad y empezaron a llegar las críticas. Esto se debió a que el empresario manifestó claramente su postura de fomentar la libre expresión, devolviendo sus cuentas a usuarios que anteriormente habían sido suspendidas por comportamientos controversiales. A juicio de muchos, esto empezó a abrir la puerta a contenidos de odio y tóxicos en muchos sentidos.
Reflexión Editorial: Una demanda sin pies ni cabeza
Elon Musk es conocido por su carácter impulsivo y controversia. Da la impresión de que tiene designada una hora del día a pensar a qué empresa demandar o llevar a la corte. Hace algunos meses, realizó un movimiento similar contra OpenAI, empresa referente dentro del sector de la Inteligencia Artificial. El recurso legal de X parece derivar más de la frustración que de la razón.
La resistencia que enfrenta X por parte de gigantes como Unilever y Mars refleja una tensión más profunda en el ecosistema digital actual. Son válidas las preocupaciones sobre el contenido y la ética publicitaria, lo que suele entrar en conflicto con las necesidades económicas de las plataformas. Esta reticencia a gastar en publicidad en X también es reflejo de la responsabilidad social que sienten las compañías hacia el contenido que apoyan.
Por otro lado, vale la pena subrayar la dificultad para demostrar una conspiración en el ejercicio del gasto publicitario. A menudo, estas relaciones se basan en la confianza y la reputación más que en pruebas tangibles. Básicamente, aunque Elon Musk tenga claro en su demanda que se trata de un boicot publicitario, la realidad es que las decisiones de inversión en publicidad son multifacéticas y están afectadas por una gran variedad de factores.
¿Qué piensas de este caso y la gestión de Elon Musk como dueño de X? ¡Te leemos en los comentarios y nuestras redes sociales!
