Resumen: Lo que debes recordar
- OpenAI está interesada en comprar Google Chrome, si es que la empresa del famoso motor de búsqueda decide venderlo para cumplir con las regulaciones antimonopolio.
- Google Chrome es el navegador web más utilizado a nivel mundial, un papel dominante que ha llevado a las autoridades judiciales de Estados Unidos a evaluar su influencia en el mercado.
- La venta de Google Chrome a OpenAI incrementaría el riesgo de que surja otro monopolio, considerando el peso de la firma de Sam Altman en el terreno de la IA.
La noticia: OpenAI expresa interés en comprar Google Chrome

Google, así como otros gigantes del escenario digital, enfrenta acusaciones serias sobre comportamientos monopólicos. La presencia dominante en el mercado de las búsquedas y la exploración web trae, casi de forma natural, este tipo de señalamientos. No es algo nuevo, pero es posible que las medidas y sanciones contra la compañía alcancen niveles nunca vistos. Las regulaciones antimonopolios son cada vez más estrictas.
Google enfrenta actualmente problemas legales que podría obligarlo a vender su navegador Google Chrome. Parece un escenario extremo, pero la posibilidad existe. Si esto llegara a ocurrir, estamos seguros de que varios actores levantarían la mano para comprar su negocio. Uno de los primeros en manifestar interés es OpenAI, empresa fundada por Sam Altman responsable de la creación de ChatGPT.
Hay que recordar que esta compañía está intentando triunfar en el mercado de las búsquedas web con su propio índice. En un principio, sus directivos creyeron que sus algoritmos y desarrollos de IA serían suficientes para cuestionar el dominio de Google en el sector. No ha sido así y han recibido un baño de realidad. OpenAI es consciente en este momento que arrebatarle el protagonismo a la firma estadounidense no será “pan comido”, sino que podría tomarle varios años.
La posibilidad de que OpenAI compre Google Chrome parece remota, pero me queda claro que la firma lanzaría una oferta si la oportunidad se presentara. No estoy construyendo sobre nubes, ya que fue el propio jefe de Producto de ChatGPT, Nick Turley, quien dijo que estarían dispuestos a comprar Google Chrome si las leyes obligaran a la empresa a vender el producto. El interés en integrar la tecnología de la gran G en su propio índice sería casi garantía de éxito en el negocio.
Opinión Editorial: El riesgo de otro monopolio

Google Chrome, junto con Youtube, Gmail, Google Docs y Google Maps, es uno de los productos más exitosos y mejor trabajados de la compañía. Está claro que la empresa desistió de momento de pegar en el mercado de las redes sociales, aunque le tomó varios fracasos llegar a esa resignación. Si le preguntáramos a la comunidad de internautas, creo que la mayoría estarían conformes con la experiencia que brinda Google en el mercado de las búsquedas web. No digo que todo sea perfecto, pero existe un trabajo decente.
Por otro lado, ¿las acusaciones sobre violaciones de las leyes antimonopolios son infundadas? No, en absoluto. Creo que una posición tan dominante en el mercado lleva consigo, casi de forma inherente, prácticas cuestionables. Los responsables de revisar estos señalamientos deben actuar con sensatez, pues tampoco parece justo que el éxito arrasador de un producto derive en una demonización. Yo, por ejemplo, suelo utilizar Edge en lugar de Google Chrome. Sé que las alternativas están allí y que soy libre de escoger la que me brinde mayores beneficios.
Por otro lado, si Google tuviera que vender Google Chrome, la empresa que menos querría que comprara el navegador sería OpenAI. A mi juicio, eso solo abriría la puerta para la creación de un nuevo monopolio en el mercado de los navegadores, por lo que el cambio de manos no cumpliría su propósito. La visión de Sam Altman, aunque disruptiva en muchos sentidos, no me genera demasiada confianza, especialmente, cuando hay tantas nubes grises sobre la información usada para el entrenamiento de sus modelos de IA.
OpenAI tendría acceso a una enorme cantidad de datos de los usuarios. Me cuesta trabajo creer que no la usará para sus objetivos dentro de su negocio principal. En todo momento, tengo en la cabeza que se trata de una firma de Inteligencia Artificial. Sería ingenuo decir que no habrá preocupaciones sobre la privacidad y el uso ético de la información. En la actualidad, me siento tranquilo de saber que OpenAI no logró hacerse del mercado de las búsquedas web con su propio índice. Incluso si el contrapeso es un gigante tecnológico, permite alcanzar cierto equilibrio.
La revolución de la IA ha traído consigo cuestionamientos serios sobre el uso de la información y los datos de los usuarios. El rastreo mediante cookies es cosa de niños al lado de la necesidad de alimentar los modelos de IA con información cada vez más detallada. La personalización potenciada por IA está cientos de escalones por encima, y me queda claro que el uso de datos personales para el entrenamiento de IA puede ser mucho más invasivo y agresivo en términos de privacidad.
Realmente, ¿nos gustaría que una empresa como OpenAI estuviera al frente del explorador web más usado a nivel mundial? No, ojalá que no suceda.