La industria automotriz entra en crisis por la pandemia del coronavirus, la cual forzó a detener la producción de varios fabricantes.
La pandemia del coronavirus no solo es un problema sanitario, sino que ha escalado de terrible forma al ámbito económico. El patógeno ha forzado a varias empresas a detener sus operaciones, lo que a su vez afecta los niveles de empleo y el bienestar de millones de familias. La crisis es profunda y se agrava cada que pasa otro día.
La industria automotriz vive la crisis generada por el coronavirus; los fabricantes hacen hasta lo imposible para solventar la caída de las ventas y la falta de componentes para mantener los niveles de producción. Varios de ellos han caído con la esperanza de que la situación sanitaria mejore en las próximas semanas, algo que no se vislumbra a corto plazo fuera de países como China.
Un parón histórico en la industria automotriz
Varias marcas de autos anunciaron la suspensión técnica en sus fábricas. No se trata de un juego, ya que podría considerarse como el peor parón de los últimos 10 años. Entre las compañías que se encuentran a punto de tomar una decisión similar están PSA, Citroën, Vauxhall y Opel, tomando en cuenta la gravedad de la crisis sanitaria en todo el continente europeo.
Pero la crisis del coronavirus se extiende a todo lo largo de la industria automotriz. Los afectados van más allá de los principales fabricantes, sino que también hay un daño colateral profundo en compañías que suministran componentes como llantas. Este es el caso del fabricante de neumáticos, Michelin, que prevé paralizar la producción en sus fábricas de Italia, España y Francia a partir del 17 de marzo. La idea es que la suspensión dure una semana, pero podría extenderse por más tiempo.
Mientras tanto, Renault detuvo las operaciones en 12 de sus fábricas, algo similar a lo que realizó Nissan y Ford en territorio español. Cabe recordar que Europa se presenta como el epicentro del coronavirus, sin embargo, los casos empiezan a propagarse a velocidad brutal en América Latina y Estados Unidos.
Gigantes de la industria automotriz enfrentan una terrible problemática por la pandemia del coronavirus. Prueba de ello, Volkswagen también pararía la producción algunos días por la falta de componentes para el ensamblaje de sus coches, principalmente, aquellos que provienen de China, España e Italia. El cierre de fronteras ha venido a golpear profundo una industria interconectada, tal como sucede con otros sectores.
“Las cosas se están complicando mucho y con cambios extremadamente rápidos, tenemos muchos más proveedores en Europa que en China”, advirtió la marca alemana.
El valor accionario de las diferentes marcas también va en picada. Solo basta mirar que los títulos de Renault se depreciaron hasta 20% en las últimas semanas, mientras que PSA registró una caída de 16%. Por su parte, BMW sufrió un desplome de 12% y Volkswagen de 13%. Además, no hay indicios de que las ventas vayan a subir de forma importante para los próximos meses, incluso aunque el mundo logre superar la pandemia en un lapso menor a 8 o 12 semanas. Si bien la crisis es más notable en Europa, las previsiones apuntan a que Estados Unidos vivirá algo similar en días próximos.
Las cifras más crueles de la década
De acuerdo con los reportes actualizados, las ventas de autos en febrero se redujeron en casi 310,000 unidades si se compara con el mismo mes de 2019. Además, se trata del vigésimo mes consecutivo en el que se reporta un desplome.
Ni siquiera el mercado de los autos eléctricos, sobre el cual existe gran esperanza, registró un comportamiento positivo. Las ventas de coches con este sistema de propulsión se contrajeron por octavo mes consecutivo, en gran medida, por la dinámica de comercialización en China.
Referencias: soloautos.mx