Las redes sociales están llenas de mentirosos. Siempre debes tener en mente que tú ves lo que la otra gente quiere mostrar. Parece demasiado obvio, pero a veces no resulta tan sencillo. Esta semana, se reveló que China decidió imponer una condena de 11 años de prisión contra la influencer Liangshan Mengyang. El motivo: Hacía creer a sus millones de seguidores que vivía en pobreza para que le compraran muchos productos.
La joven deberá pagar su pena en la cárcel por el delito de publicidad engañosa. De acuerdo con el reporte de China Daily, la influencer se hacía pasar por una joven en extrema pobreza. Sus mentiras eran bastante elaboradas, empezando porque decía que era huérfana y que tenía que cuidar a sus hermanos. Para que sus seguidores le creyeran, aparecía en sus transmisiones en vivo con ropas viejas y rotas. Asimismo, solía estar en una casa de adobe en muy malas condiciones.
Tras compartir su experiencia y revelar su difícil situación, Liangshan aprovechaba para promocionar productos presuntamente locales. Vendía a la gente nueces o una resina vegetal con presuntas propiedades laxantes llamada Xueyan. El éxito en sus números era evidente, pues logró crear una comunidad de más de cuatro millones de seguidores en las diferentes plataformas.
¡Se cae la farsa!
Dice una frase que todas las mentiras siempre salen a la luz. Algunos de los seguidores de la influencer Liangshan Mengyang, ahora condenada a prisión, visitaron el lugar donde vivía la joven. Cuando lo hicieron, se enteraron de que los padres de la joven estaban vivos, además de que toda la familia reside en una casa del Estado en condiciones económicas nada apremiantes. ¡Mentirosa!
Tras revelarse este caso, las autoridades abrieron una investigación por sospechas de publicidad engañosa. Al final, muchas de sus mentiras quedaron expuestas, como que los productos que vendía realmente no eran de producción local. En cambio, trascendió que trabajaba para una empresa de Chengdu que se dedica a la creación de personajes falsos para que ganaran fama por Internet. Esperamos que también haya sanciones contra la compañía.
El resultado de la investigación, además de la condena a prisión contra Liangshan Mengyang, fue la sentencia contra otras siete personas. La mayoría oscilan entre nueve meses y un año de cárcel. De igual manera, se establecieron multas que llegan hasta los 100,000 yuanes, lo equivalente a aproximadamente 13,890 dólares. Siendo honestos, el castigo nos parece bastante ligero y transitable para usuarios que realmente lucraron con mentiras.
El medio chino detalló que la empresa se encuentra a nombre de un sujeto con apellido Tang. Su trabajo consiste en crear celebridades de Internet con Liangshan desde hace algunos años, sin importar que tuviera que promocionar a personas falsas en las redes sociales. Su negocio consistía en comprar productos agrícolas a precios bajos en los mercados de las ciudades y, posteriormente, utilizarlos para venderlos como originarios y amigables con el medio ambiente. Toda una treta en la que muchas personas han caído. Eso de la publicidad engañosa, ¿te suena familiar?
Lo que debemos aprender del engaño de Liangshan Mengyang
La idea central con la que debemos quedarnos tras conocer el caso de Liangshan Mengyang y su condena a prisión es que no todo lo que vemos en redes sociales es verdad. Desde sus inicios, el Internet ha sido una cueva de delincuentes que tratan de engañar o estafar a otros. Si bien en ciertos casos el fraude es evidente, en otros la treta es tan elaborada o detallada que la gente no lo percibe.
En muchos países, las autoridades persiguen el delito de la publicidad engañosa, aunque en algunas naciones el tema se atiende con una flojera y desidia que casi nunca acaba con sentencias. Si eres creador de contenido, nuestra recomendación es que siempre seas honesto y transparente con la información que compartes en línea. La conexión con tu audiencia debe basarse en la confianza. De lo contrario, tarde o temprano terminarás sepultado con una ola de hate.
Sabemos que muchos influencers que apenas inician con sus primeras campañas pueden sentirse atraídos por el pago por promocionar algún producto. Sin embargo, ¡tienen una responsabilidad! Su influencia es su principal activo, por lo que engañar al público para que compren ciertos productos es dispararse en el pie. Sus palabras y acciones pueden tener consecuencias que no están contemplando en el panorama general.
Ahora, los consumidores tenemos que volvernos escépticos. Esto no es algo malo. Debido a la gran cantidad de material que se genera para plataformas sociales, lo mejor es mantener un nivel de escepticismo y estar conscientes de que el problema de las identidades falsas va en aumento. Esto puede derivar en consecuencias legales, incluyendo penas de prisión y sanciones económicas.
¿Has conocido el caso de algún influencer que haya incurrido en publicidad engañosa? ¡Te leemos en la zona de comentarios y las redes sociales!