Los imprevistos económicos están a la orden del día. Quizá durante el mes tuviste que gastar más dinero en medicinas, por algún arreglo a la casa o algún otro asunto personal. Sin embargo, hay cosas en las que es factible ahorrar y otras en las que no deberías considerarlo. Una de ellas es el uso de llantas de media vida en tu vehículo, algo que conlleva numerosos riesgos tanto para ti como para tus seres queridos y el resto de las personas que transitan en la vía pública.
La razón por la que la gente se acerca a los lugares que venden llantas de media vida, conocidas en México como “gallitos”, es su precio más bajo. Pero ¿has escuchado esa frase que dice: “lo barato sale caro”? Aquí estamos ante un ejemplo perfecto de ello. Rodar con neumáticos que no se encuentran en óptimas condiciones es muy peligroso, aunado a que realmente este gasto no beneficiará a tu cartera ni economía.
Incluso, creemos que es preferible que optes por comprar neumáticos nuevos de alguna marca que no sea tan costosa a que optes por llantas que están cerca del depósito de basura. Recuerda que los neumáticos son el punto de contacto entre tu coche y el camino, por lo que perder eficiencia allí a una velocidad ligeramente elevada podría tener consecuencias fatales.
¿Qué son las llantas de media vida?
Las llantas de media vida, también conocidas como “gallitos”, son neumáticos usados que han sido desechados antes de alcanzar su vida útil completa. Aunque pueden ser más baratas, suelen tener un desgaste considerable y no ofrecer la misma seguridad o rendimiento que una llanta nueva. Eso representa un riesgo potencial para los conductores, especialmente, en condiciones adversas de manejo.
En países como México, resulta fácil encontrarlas en diferentes llanteras y servicios de talachería. Allí te ofrecen con frecuencia neumáticos de media vida a precios que parecen, a primera vista, muy atractivos. Sin embargo, esto es como echar una moneda al aire y esperar que no ocurra nada malo.
Riesgos de ponerle a mi coche llantas de media vida
Una amenaza para la seguridad vial
El uso de llantas de media vida compromete la seguridad vial. Esta clase de neumáticos podrían presentar daños ocultos que reducen la adherencia al pavimento. Por sí solo, eso aumenta el riesgo de sufrir un accidente.
El hecho de que un automóvil no ruede con neumáticos en óptimas condiciones incrementa la posibilidad de que no responda de manera eficiente en una situación particular. Esto se notará, sobre todo, en maniobras como la frenada y los giros de la dirección.
Desgaste prematuro y acelerado
Otro de los riesgos de usar llantas de media vida es que quizá te verás obligado a comprar neumáticos nuevos en menor tiempo. Está comprobado que los “gallitos” tienden a desgastarse más rápido que los neumáticos nuevos, lo que significa que tendrás que reemplazarlas con mayor frecuencia.
Si estás acostumbrado a cambiar de llantas cada 40,000 o 60,000 kilómetros, lo más probable es que no llegues ni a la mitad de esa cifra con neumáticos usados. Además, el desgaste es mucho más rápido si no se encuentran en buen estado.
Daños mecánicos en el automóvil
Las llantas desgastadas también elevan el riesgo de causar daños a otras partes del vehículo, como la suspensión y la dirección, llevando a reparaciones costosas.
¡Este escenario sí es bastante feo! Imagina que te has ahorrado entre 2,000 y 5,000 pesos al comprar tus llantas usadas. Esa cifra es de risa si, por mala fortuna, los neumáticos de segunda mano llegan a causarle una avería al sistema de la dirección o la suspensión. En ese momento, te vas a querer dar de golpes en la cabeza.
Rendimiento deficiente
El rendimiento de tu coche se verá afectado de manera negativa por llantas de media vida, ya que no responderán adecuadamente en condiciones climáticas adversas o en frenadas de emergencia.
Un neumático usado no trabaja de manera eficiente en ningún aspecto, ni para la frenada ni para moverse con solvencia por diferentes tipos de terreno. Además, impactará en el rendimiento del combustible, por lo que también gastarás más dinero en reabastecer el tanque.
Mayor riesgo de perder el control
La probabilidad de perder el control del vehículo se incrementa con llantas desgastadas, especialmente en carreteras mojadas o resbaladizas.
Andar con esta clase de neumáticos también abre la posibilidad de sufrir un pinchazo o un reventón a toda velocidad. ¡Ojalá nunca te pase eso! Muchas personas han perdido la vida por accidentes de ese tipo.
Estafas o fraudes
Existe el riesgo de ser víctima de estafas, donde las llantas de media vida se venden como si estuvieran en mejor estado del que realmente están. Es bastante común que los neumáticos usados hayan sido tratados a nivel estético para que parezcan que todavía “aguantan” varios kilómetros. Hay gente que incluso les dibuja las marcas con un cuchillo u otra herramienta filosa.
Es esencial sopesar los riesgos antes de optar por llantas de media vida. Aunque el precio pueda ser tentador, la seguridad y el rendimiento son prioritarios ¡Nunca olvides eso!