Si acabas de entrar al mundo del fitness o llevas un tiempo con un programa de ejercicio intenso en el gimnasio, es normal que comiences a hacerte preguntas sobre los suplementos deportivos. Entre estos complementos, aparecen con frecuencia los llamados aminoácidos de cadena ramificada. Pero, ¿qué son los BCAAs y para qué sirven? ¿Deberías empezar a considerarlos como parte de tu programa de musculación?
Lo primero que debes saber es que los BCAA son ampliamente utilizados por atletas y personas con una frecuente carga de ejercicio. A pesar de su uso extendido, existe mucha desinformación sobre los aminoácidos de cadena ramificada y cuál es su verdadero impacto en nuestro organismo.
A continuación, te presentamos qué son los BCAAs, cuáles son sus potenciales beneficios y cuándo deberías empezar a considerar su ingesta para lograr tus objetivos y mantener tu cuerpo en perfecto equilibrio.
¿Qué son los BCAAs?
Los BCAAs son aminoácidos complejos que, al igual que los simples, juegan un papel importante dentro del organismo. Una de las diferencias entre ambos es que los aminoácidos simples son producidos por nuestro cuerpo a partir de los alimentos que ingerimos. En cambio, los ramificados solo podemos conseguirlos a través de alimentos específicos o suplementos deportivos especiales.
Existen 3 tipos principales de BCAAs: valina, isoleucina y leucina. Todos ellos asistirán a tu organismo para la producción de proteínas, un proceso clave si la prioridad es la formación, la recuperación y el desarrollo de los tejidos corporales.
Como todo suplemento, los beneficios sobre el organismo dependerán de su consumo correcto y justificado. La principal ventaja que obtendremos de los BCAAs está ligada a una recuperación muscular más eficiente. De esta manera, nuestro cuerpo tendrá las sustancias necesarias para la formación de nuevas fibras, pero también para la regeneración de las existentes.
¿Cuándo y cómo tomar BCAAs?
Una vez que sabemos qué son los BCAAs, vamos a revisar cuándo deberías considerar su consumo. Algunas veces, las personas se resisten a ingerir suplementos por una cuestión de tabúes, sin embargo, estos pueden ser nuestros mejores aliados para darle al organismo lo que realmente necesita para su equilibrio.
Por ejemplo, todas las personas adultas requieren alrededor de 140 mg de aminoácidos de cadena ramificada por kilogramos de peso. Sin embargo, esta cantidad de referencia será mayor si agregamos a la fórmula un ejercicio regular e intenso. Aquí entran, sobre todo, los programas de musculación y resistencia, donde se incorporan sesiones prolongadas de ejercicio.
Aunque la ingesta de carne nos ayudará a satisfacer nuestros requerimientos de proteína, las necesidades de BCAAs pueden ser superiores. Si el organismo recurre a las reservas disponibles en nuestro organismo, podemos empezar a sufrir pérdida de masa muscular. Por ello, los especialistas y expertos en nutrición sugieren el consumo de algún suplemento para evitar este escenario y obtener los mejores resultados durante el proceso de musculación.
Un programa con entrenamientos intensos durante 3 o más días a la semana podría llevar a nuestro cuerpo a necesitar una mayor cantidad de BCAAs. Por ello, debemos considerar su ingesta diaria para facilitar el proceso de recuperación muscular. Sin embargo, el secreto está en la dosificación.
Una cantidad demasiado baja no será suficiente para compensar las pérdidas registradas durante las sesiones de alta intensidad, mientras que una dosificación elevada puede derivar en un mayor trabajo renal o alteraciones óseas. Si estás considerando su consumo, nuestra recomendación es que definas con un profesional la cantidad que tu cuerpo necesita con base a tus particularidades físicas, entrenamiento y hábitos alimenticios.