Aunque parezca tarea fácil con la implementación de nuevas tecnologías, la gestión de la cadena de suministros siempre necesita renovarse y estar en constante mejora para funcionar de manera óptima. Esto es vital para el crecimiento del negocio y ofrecer un buen servicio a los clientes.
¿Por qué es importante la cadena de suministro?
La cadena de suministro es la base de todo, ya que contempla las actividades, instalaciones, producción y distribución de un servicio o producto. Si se viera como un esquema, va paso por paso, desde planificar un artículo, fabricarlo, supervisar, enviarlo y entregarlo, de ahí el nombre “cadena”.
Lo principal que se contempla en la cadena de suministro es:
- Satisfacción del cliente: una gestión efectiva cumple con las expectativas y demandas de los clientes. Asegura la disponibilidad de productos o servicios, mejora la satisfacción y fortalece la relación con ellos.
- Operaciones eficientes: optimiza los procesos y flujos de trabajo. Esto reduce costos, mejora los tiempos de entrega y aumenta la productividad en general.
- Reducción de costos: se logra a través de la optimización de inventarios, selección adecuada de proveedores, negociación de mejores condiciones, mejora de los procesos logísticos, entre otros aspectos.
- Innovación y ventaja competitiva: desarrollar nuevas formas de gestionar los flujos de productos y servicios, genera mejoras significativas respecto a la velocidad, calidad, flexibilidad y capacidad de respuesta al mercado, lo que ayuda a diferenciarse de la competencia.
- Gestión de riesgos: interrupciones en el suministro de materias primas, problemas de calidad, desastres naturales, fluctuaciones en los precios, son algunos de los problemas que se pueden presentar. Identificar y mitigar estos riesgos, asegura la continuidad operativa y minimiza el impacto.
- Relaciones con socios: proveedores, distribuidores y otros socios comerciales tienen un rol importante, por ello fomentar la confianza entre ellos, mejorará la respuesta al mercado.
Si uno de esos pasos “falla” o no se realiza correctamente, puede afectar toda la producción. Por ejemplo, si dentro de la planificación se acuerda fabricar un lote de 300 shampoos sin tomar en cuenta la demanda del producto y la tienda a la que se venderán solicita 400, se tendrá que rehacer una inversión para fabricar 100 más, lo que retrasaría el tiempo de entrega y modificará la agenda de los proveedores.
¿Qué hacer para mejorar la gestión en la cadena de suministros?
Lo principal es detectar las áreas de oportunidad y las de riesgo, esto puede ser más sencillo con un servicio de logística que acelere ese análisis y también ayude a implementar herramientas que optimicen el funcionamiento.
Algunas de los consejos para mejorar la gestión la cadena de suministros son:
- Planificación: esto se refiere a hacer una previsión de la oferta y la demanda, lo cual se puede lograr a través del análisis de reportes de ventas anteriores, así se evitará la escasez o exceso de inventario.
- Medición del desempeño: para poder planificar, es necesario tener a la mano las metas del negocio y los resultados de cada semana, mes o trimestre, según lo que se establezca. Así, se medirá qué es lo que funciona mejor y qué no para hacer la producción con base en ello.
- Uso de herramientas tecnológicas: automatizar algunos procesos para optimizar el funcionamiento y enfocar más atención a otros temas, representa un ahorro de tiempo y dinero. Dentro de estas tareas está el rastreo de las entregas, análisis del inventario y fabricación. Todo ello implica comenzar a entender los procesos de la Inteligencia Artificial, aprendizaje automatizado, robótica, entre otros.
- Gestión de riesgos: al igual que oportunidades, hay riesgos y se deben tener presentes todo el tiempo para saber cómo reaccionar y resolverlos para no afectar tanto la cadena de suministros. Estos riesgos incluyen desde desastres naturales, interrupciones en el transporte, cambios regulatorios, hasta cambios en la economía mundial. Tener un plan de contingencia para cada caso es lo más recomendable.
- Amplía tu catálogo de proveedores: seguramente hay un proveedor de confianza que siempre se encarga de una tarea específica, pero nunca está de más contemplar otras opciones en caso de emergencia, así no se depende de uno solo y no afectará las operaciones.
- Implementa una cultura de mejora continua: con actualizaciones en todo los aspectos de nuestras vidas, se deben replantear cambios en las empresas para mejorar. Incluso, revisar las tendencias y qué es lo que buscan los consumidores, por ejemplo, ser una empresa sostenible.
Si bien cada empresa o negocio conoce las necesidades y áreas de oportunidad que tiene, replantear estrategias para mejorar la gestión de la cadena de suministros es algo que se debe hacer cada cierto tiempo por los cambios contextuales. Todo está en constante evolución y para continuar vigentes, se deben aprovechar esas modificaciones a favor de la empresa.